La cara más íntima de Lucian Freud se exhibe en Madrid

MADRID.- Descarnado, expresivo y autor de algunos de los retratos más evocadores del siglo XX, Lucian Freud desembarca en Madrid con motivo del centenario de su nacimiento con una retrospectiva en la que el Museo Thyssen.

«Lucian Freud. Nuevas Perspectivas» llega desde la National Gallery de Londres compuesta por medio centenar de obras y se exhibirá en Madrid desde este lunes hasta el 18 de junio.

El cotizado pintor inglés, nieto del ilustre fundador del psicoanálisis, fue una celebridad antes que pintor. También marino mercante frustrado, «bon vivant» de la noche londinense y padre de una quincena de hijos reconocidos y, según la leyenda, otros tantos sin reconocer.

Su atípica y ajetreada biografía, reconoció Guillermo Solana, director del museo, ha ensombrecido en ocasiones su singular obra. Se hablaba a veces más de sus numerosas parejas, «su atormentada vida privada» o su vida sexual que de su singular pintura.

El museo rehuye este «enfoque sensacionalista» en pos de una muestra que ahonda en su capacidad para retratar la intimidad en sus obras y la conexión con sus modelos.
«¿Qué le pido a la pintura? Le pido que asombre, perturbe, seduzca, convenza», decía el artista.

Lucian Freud (Berlín, 1922-Londres, 2011) solo retrataba a conocidos -amigos, familiares y personas de su entorno- y siempre lo hacía en su estudio, un espacio donde reinaba el caos y al que la muestra abre una ventana en una sala de fotografías.

Al principio sus obras son «retratos hieráticos, muy detallados», y de formato pequeño, pero con los años va apareciendo «una pincelada más suelta y empastada», que tiene su apogeo en los últimos años de su vida, con cuadros de figuras desnudas de gran formato que en ocasiones «perturban, pero convencen».
«Quiero que la pintura actúe como si fuera carne», solía decir el artista.

La muestra trata de poner de relieve la habilidad del pintor por evocar emociones como el cariño, la amistad o el afecto.También se pueden ver dos retratos del barón Thyssen, varias obras de su segunda mujer, Caroline Blackwood, y retratos de colegas como David Hockney o su ayudante David Dawson (heredero de su legado).

Además se ha incluido la última obra que pintó Freud, que está inacabada. En ella aparecen su ayudante David Dawson y su perro, un lebrel.

«Le gustaba retratar la relación entre los animales y sus dueños, la relación entre la piel humana y la del animal y cómo se hacia ese contacto», dijo el ayudante, que acudió a la inauguración.

EFE