CARACAS.- Primoz Roglic sentenció este sábado el Giro d’Italia al imponerse en la vigésima etapa para desbancar de la maglia rosa a Geraint Thomas.
Roglic conoció la gloria que le fue esquiva en el 2020 en aquella crono de Lure que glorificó a Tadej Pogacar. Esta vez logró la maglia rosa y su cuarta grande ganando con enorme superioridad una bestial crono ante sus directos rivales, Thomas y Joao Almeida.
ROGLIC, INTRATABLE
En el duelo a tres no hubo color. Roglic estuvo enorme y superó en 40 segundos a Thomas, impotente ante la fuerza del esloveno, y en 42 a Almeida.
El virtual vencedor del Giro marcó un tiempo de 44.34 a una media de 25,145 km/h. Una exhibición compartida con muchos compatriotas que, por la cercanía a su país, acudieron a las cunetas a aclamar a su ídolo.
Primoz Roglic llegará como emperador de Roma este domingo. La última jornada en disputa real le sirvió al rey de la Vuelta para enfundarse la maglia rosa. Subirá al podio con una diferencia final de 14 segundos sobre Thomas y de 1.13 respecto a Almeida.
CRONO ATÍPICA Y LUCHA SIN CUARTEL ENTRE ROGLIC Y THOMAS
Crono atípica por su recorrido, porcentajes exagerados y peculiaridades en sus 7,4 km al 11,8 por ciento, incluidas rampas del 12 y 15, y repecho en la mitad del 22 para llegar a 1.774 metros de altitud. Una prueba cronometrada dividida en tres mangas separadas con intervalos de 50 minutos, mientras que los favoritos salieron cada 3 minutos.
Todo diferente. Hasta el comienzo de la subida los corredores usaron la «cabra» de contrarreloj, luego para la brutal subida se pasaron a la bici convencional y por si acaso había una descomunal escabechina, la organización aumentó el tiempo del fuera de control en un 50 por ciento. El patrón del Soudal Quick Step, el veterano Patrick Lefevere, calificó la etapa de «farsa».
No todos se tomaron en serio la crono, algunos subieron tramos haciendo el «caballito» encima de la bicicleta, otros iban haciendo eses por la dificultad extrema de las rampas. Ya en competición el primer tiempo significativo lo marcó el estadounidense Sepp Kuss (Jumbo Visma), el mejor gregario de Roglic, con un tiempo de 45.28 minutos, a una media de 24,5 km/h.
Llegó el francés Pinot, gestos incluidos, para ponerse en cabeza con 45.22. Por entonces llegaban noticias de que Roglic iba superando todos los registros en los puntos intermedios. Thomas iba perdiendo 16 segundos con Primoz Roglic, perjudicado por un problema mecánico que le obligó a poner pie a tierra, perdiendo sobre 10 segundos en el percance.
Roglic marchaba lanzado y Thomas resistía a duras penas. Mientras se aproximaban a meta, el italiano Damian Caruso se coló en la fiesta por la etapa, con 45.18 en primer lugar, pero por poco tiempo, pues el esloveno llegó lanzado con 44.23, a una media de 25,145 km/h. Palabras mayores.
Solo quedaba por llegar Geraint Thomas, castigado por una subida bestial. El británico, no tan buen escalador como Roglic, pagó el esfuerzo, resistió bien, pero no pudo contestar al gran tiempo que hizo su rival. El último día de competición, y en crono, sonrió esta vez a aquel corredor que perdió el Tour en 2020 ante Pogacar por la crueldad de una cronoescalada. La historia al revés.
Este domingo finaliza el Giro de Italia con la disputa de la vigésima primera y última etapa, con salida y meta en Roma y un recorrido de 126 km.
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EFE