CARACAS.- En su debut en la competición europea, como una revelación indiscutible en la Liga de Campeones, Brest ya roza la clasificación matemática entre los 24 primeros con dos jornadas de antelación al ubicarse en el cuarto puesto, tras doblegar por 1-0 al PSV Eindhoven.
Mucho mérito del equipo francés, derrotado en cuatro de sus últimos cinco encuentros entre todos los torneos hasta su regreso a la Liga de Campeones, en la que retoma su ritmo, relanzado con 13 puntos en la tabla de los 18 por los que ha competido, con una victoria este martes por pegada y por su portero, el indispensable Marco Bizot, que fue magnífico.
El guardameta neerlandés de 33 años, internacional en una ocasión (en 2020) con los Países Bajos, frustró hasta en cuatro ocasiones al PSV durante el primer tiempo, cuando lideró la resistencia del Brest cuando el dominio era incuestionable del equipo visitante, cuando ni Luuk de Jong ni Bakayoko ni Tilman y Boscagli fueron capaces de batir la portería rival.
Primero, en el minuto 13, cuando se estiró a ras de suelo para despejar un tiro de Tilman; después, en el 20, cuando voló a un remate de Boscagli al borde del área pequeña; más tarde, a la media hora, cuando negó el gol a Luuk de Jong; y finalmente, ya en el 39, con otra fenomenal parada, volvió a repeler un testarazo del atacante de forma increíble.
Después, Bakayoko lanzó fuera la quinta ocasión clara del líder de la Eredivisie neerlandesa, frenado por la dimensión absoluta del portero y golpeado por el primer remate a portería del conjunto francés, en un falta al área que tocó de cabeza Baldé, nada vigilado por Tilman, rebotó en la defensa visitante y cayó en las botas de Le Cardinal para marcar de volea ante Benítez a un solo metro de la línea de gol. El goleador se fue lesionado en el segundo acto.
Un impulso para ‘Los Piratas’, el principio del fin para el PSV, que aún se lamentó de más oportunidades perdidas en el segundo tiempo. Entre Bizot -dos paradas- y los palos -otros dos- compartieron el protagonismo defensivo del Brest, pero, al contrario que en el primer tiempo, el equipo francés sí llegó al menos con la misma constancia que su adversario.
Fue entonces cuando Walter Benítez contuvo al Brest, con dos paradas determinantes para sostener la derrota mínima del equipo neerlandés, que vio su oportunidad en un penalti que primero concedió el español Sánchez Martínez y luego rectificó a través de la visión del monitor.
No necesitó más que unos segundos para observar que no había sido mano. El PSV se queda con nueve puntos a falta de dos jornadas, aún en la línea incierta de otros muchos.
EFE