jueves, marzo 28, 2024
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Cumbre G7 aborda guerra en Ucrania, energía y crisis alimentaria

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ELMAU.- Los líderes del G7 se reúnen desde hoy y hasta el martes en el castillo de Elmau, en Baviera, para una cumbre cuyo tema dominante es la guerra de Ucrania y sus estragos económicos, tanto en el precio de la energía como en la crisis alimentaria derivada del bloqueo al trigo.
La reunión de las siete potencias -Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, que ejerce la presidencia de turno- irá precedida de un encuentro entre el canciller alemán, OIaf Scholz, y el presidente estadounidense, Joe Biden, al que seguirá la apertura de las sesiones, a partir de las 10.00 GMT.
El Air Force One de Biden aterrizó ya anoche en el aeropuerto de Múnich, tras lo cual se trasladó al castillo y hotel de lujo de Elmau, donde había llegado poco antes el presidente francés, Emmanuel Macron.

Cumbre G7/EFE

El tema dominante es la guerra de Ucrania, ante el que hay una «cohesión nunca vista» entre el G7 en torno a la voluntad de incrementar el apoyo al país y dar «una señal clara» a Rusia, según fuentes gubernamentales alemanas.
A las primeras sesiones de este domingo, centradas en la economía global, la inflación y la búsqueda de alternativas energéticas, seguirá mañana una intervención virtual del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La Casa Blanca ha explicado que en el G7 Biden buscará coordinarse de cerca con los aliados sobre prioridades como «aislar aún más a Rusia de la economía global, dañar la cadena de suministros de defensa rusos y acabar con la evasión de las sanciones» a Moscú.
Otra de las prioridades de EE.UU. en el G7 será el lanzamiento de «una colaboración global en infraestructuras» para respaldar a los países de bajos ingresos y medios; una iniciativa que los dirigentes del grupo acordaron explorar en su cumbre del año pasado en el Reino Unido.
Por parte alemana se aspira a impulsar el llamado Club del Clima, al que Scholz quiere que se unan, junto a las potencias, un amplio espectro de otros países altamente industrializados, desde una perspectiva «inclusiva», según fuentes gubernamentales.
A las deliberaciones de la cumbre se unirán, el martes, los líderes de cinco países invitados a Elmau: India, Indonesia, Senegal, Sudáfrica y Argentina, en representación de América Latina y el Caribe.
A Indonesia se le otorga un papel estratégico de gran relevancia, entre otras cosas por ejercer la presidencia de turno del G20, el grupo de las potencias industrializadas y las emergentes, en el que sigue incluido Rusia.
El presidente argentino, Alberto Fernández, acude a la cumbre tras la bilateral mantenida con Scholz el pasado mayo, centrada en el potencial energético de este país y el desarrollo de las renovables.
Las delegaciones del G7 trabajan ya intensamente en un borrador de la declaración final -que podría ser dividida en tres apartados-. Junto a Ucrania y el apoyo decidido frente a Rusia, se espera que tenga un papel destacado el capítulo energético, la lucha contra la hambruna que, se teme, se derive del bloqueo ruso al trigo ucraniano, así como la crisis climática.
La víspera de la apertura de la cumbre estuvo marcada por una primera marcha de protesta, en Múnich, con unos 4.000 asistentes, que había sido convocada por varios colectivos antiglobalización y activistas medioambientales.
Fue mucho menor de lo inicialmente previsto – unos 20.000 asistentes-, pero se espera que a lo largo de este domingo se produzcan otras acciones de protesta en Garmisch Partenkirchen, a unos 20 kilómetros de Elmau, donde están concentrados los medios de comunicación y la logística de la cumbre.
El castillo y hotel de lujo sede de la cumbre, a 1.000 metros de altura, está acordonado y vallado en un amplio radio, tal como ocurrió en el anterior encuentro del G7 en ese mismo lugar, en 2015.
EFE

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