JERUSALÉN.- La Knéset (Parlamento israelí) aprobó hoy de forma definitiva la ley que anula la doctrina de la razonabilidad, la primera ley del paquete legislativo de la polémica reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
La ley salió adelante con 64 votos a favor -todos los diputados de los partidos de la coalición de gobierno- y cero en contra, ya que se ausentaron de la votación los 56 diputados del bloque opositor.
La doctrina de la razonabilidad, ahora anulada, permitía al Tribunal Supremo revisar y revocar decisiones o nombramientos gubernamentales y es vista por el movimiento de protestas como una garantía democrática fundamental frente a abusos de poder.
«Hemos dado el primer paso en el importante proceso histórico de corregir el sistema legal y restaurar los poderes que le fueron quitados al gobierno y la Knéset durante muchos años», afirmó el ministro de Justicia, Yariv Levin, arquitecto de la reforma judicial, tras la aprobación de la ley.
Antes de la votación, Levin señaló que esa ley «reestablecerá el equilibrio entre las autoridades gubernamentales y el respeto a la voluntad de los votantes».
La ley se votó en una sesión plenaria que comenzó ayer domingo, después de 30 horas de acalorados debates entre gobierno y oposición, mientras miles de manifestantes acampados frente a la Knéset desde la noche del sábado protestan contra la reforma, vista como una amenaza a la democracia porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia.
Ante la fuerte división generada, en las últimas 48 horas ha habido varios intentos de negociación, impulsados por el presidente Isaac Herzog, para que Gobierno y oposición lleguen a un acuerdo de consenso, pero han vuelto a fracasar.
Horas antes de la votación, Herzog apeló de nuevo al «entendimiento» y la «responsabilidad» de las partes para lograr un consenso ante lo que describió como una «emergencia nacional» ante la profunda fractura social que ha provocado la reforma, que ha desatado las mayores protestas de la historia de Israel.
EFE