ESTAMBUL.- Los incendios activos en cinco provincias de Turquía, todas en la región occidental del país, han obligado a evacuar a casi 4.000 personas, informó este sábado el servicio público de emergencias turco, AFAD.
El fuego más preocupante es que se declaró el jueves por la noche en la periferia norte de Esmirna, la tercera ciudad del país, que ha forzado la evacuación de 1.430 personas, además de destrozar 16 casas y un polígono industrial.
Los fuertes vientos, de hasta 80 kilómetros por hora, dificultaron ayer la intervención de los tres aviones apagafuegos y los 14 helicópteros, pero hoy las aeronaves continúan la batalla contra las llamas, dijo el ministro de Agricultura y Bosques, Ibrahim Yumakli, a la prensa.
Yumakli aseguró que no hay ya peligro de que el incendio alcance otros barrios de Esmirna, si bien todavía no ha sido posible controlarlo del todo, debido a lo abrupto del terreno, una zona de boscosas colinas al norte del Golfo de Esmirna.
En la vecina provincia de Manisa sigue activo un incendio que se declaró el miércoles pasado y que ha obligado hasta ahora a evacuar a 1.475 personas de diversas aldeas en una zona boscosa, según datos de AFAD.
En Aydin, provincia vecina al sur de Esmirna, un incendio en zonas de monte bajo lleva avanzando desde el jueves y ha obligado a evacuar a 550 personas, según AFAD.
El frente de fuego ha alcanzado una extensión de 9 kilómetros, indicó Yumakli, aunque declinó hacer estimaciones del área quemada.
Diez bomberos y 59 ciudadanos han tenido que ser tratadas por intoxicación con humo, aunque ninguno de ellos corre peligro, agregó el ministro.
Aún más al sur, en la provincia vecina de Mugla, está activo otro incendio desde el viernes pasado.
El jueves, además, una zona montañosa en el sur de la provincia de Bolu, a unos 200 kilómetros al este de Estambul, comenzó a arder, y el incendio sigue fuera de control, con 515 personas evacuadas de diversas aldeas.
Las altas temperaturas con baja humedad y fuertes vientos, que han facilitado la expansión de los incendios, continuarán durante los próximos días, advirtió Yumakli, por lo que rogó a la ciudadanía «no encender ni una cerilla» al aire libre y mantener una alerta máxima.
Aunque este verano, las temperaturas no son extremas, la ola de calor veraniego empezó ya a inicios de junio, más temprano que otros años, provocando así una sequedad inusual en la vegetación y escasez de agua en algunas regiones.
EFE