GINEBRA.- El Consejo de Derechos Humanos prolongó hoy el trabajo de una comisión creada para recopilar, preservar y analizar las pruebas de los crímenes que se están perpetrando en la guerra de Ucrania, en una votación en la que Rusia acusada de numerosos crímenes de guerra-solo contó con el apoyo de China y Eritrea.
China se posicionó como el mayor aliado que le queda a Moscú al votar en contra de la resolución, que condena la agresión de Rusia y enfatiza la necesidad de que los responsables de las violaciones de los derechos humanos durante este conflicto respondan ante la justicia.
Eritrea también se opuso a la resolución, pero países como Cuba y Bolivia optaron por la abstención, pese a que tienen posiciones muy claras contra resoluciones dirigidas a países específicos y que incluso en la sesión de hoy dijeron que el texto propuesto es sesgado y no promueve el diálogo ni la negociación.
La resolución insta a Rusia a que coopere con los miembros de la comisión, a los que en el último año ha impedido la entrada en su territorio o en los territorios de Ucrania que controla, lo que ha llevado a los comisionados a complementar su investigación con entrevistas telemáticas, el estudio de material forense y de imágenes de satélite.
La comisión ha presentado ya dos informes al Consejo de Derechos Humanos en los que ha acusado a Rusia de crímenes de guerra, en una primera etapa por el gran número de ejecuciones extrajudiciales de civiles que perpetraron sus soldados, así como por crímenes de violencia sexual y ataques contra áreas residenciales.
En el último informe presentado recientemente, la comisión dijo que la conducta de las fuerzas rusas continúa en la misma línea, aunque señaló que la deportación de niños ucranianos a Rusia, donde son enviados a centros de reeducación o entregados en adopción, constituye un nuevo tipo de crimen de guerra.
EFE