España apeló a la remontada para llegar a la lucha por el oro

Foto cortesía: EFE

Marsella (Francia).- España resistió la prueba que le supuso Marruecos este lunes y tuvo que remar detrás en la semifinal de Paris 2024 para imponerse 1-2 y estar a un paso del oro.

El partido lo empezó ganando Marruecos en las gradas. En la reunión prepartido del domingo se comunicó que el público iba a estar dividido en un 70% para Marruecos y un 30% para España. Fue un porcentaje muy optimista de para los españoles.

El rojo y el verde fueron amplia mayoría con alguna bandera de España esporádica en un Vélodrome que no se llenó. Unos 60.000 espectadores de los 67.000 de capacidad máxima.

Un detalle. Cuando empezó a sonar el himno de España aparecieron pitos -y bengalas- por parte de la afición marroquí, que rápidamente fueron contestados con un aplauso generalizado.

Este fue el único gesto amable de una afición que apretó para ver a los suyos hacer historia, aunque se les escapó en la segunda parte.

España supo contemporizar el arranque eléctrico de partido que intentó proponer Marruecos. Y lo hizo con circulación de balón, sin arriesgar en el pase y presionando arriba cuando no tenía el esférico ante un guardameta Munir El Kajoui que demostró no tener buen juego de pies, pero sí de manos; lo más importante en un portero.

Y es que en el minuto 21 detuvo un gran golpeo de Fermín desde 35 metros. El centrocampista del Barcelona quiso repetir la fórmula de su doblete contra Japón, pero esa vez el portero rival sí estuvo acertado.

No sufrían los de Santi Denia las acometidas marroquíes que parecían más de lo que eran por el ambiente generado por su afición.

Sin embargo, los errores se pagan muy caros en la élite. Y ese fue el caso de Pablo Barrios en el minuto 33. El centrocampista del Atlético de Madrid llegó tarde a un balón dividido dentro del área, de espaldas a la portería, impactó en Amir Richardson y el colegiado señaló penalti tras acudir a revisarlo a la pantalla del VAR.

Una decisión que no tomó el uzbeko Ilgiz Tantashev, quien se tuvo que retirar del terreno de juego 20 minutos antes por lesión tras caerle encima Marc Pubill.

En su lugar entró el sueco Glenn Nyberg, quien fue el encargado de ratificar el disparo desde los 11 metros.

El quinto penalti para Marruecos en el torneo, estableciendo un nuevo récord de la competición, y el sexto gol para un Soufiane Rahimi que suma cuatro de penalti y está a dos de igualar el récord de ocho que tiene en su poder Carlos Tévez en Atenas 2004.

Minuto 36 y España se vio por debajo en el marcador por una jugada aislada. Reaccionó con dos disparos peligrosos de Baena, uno de ellos a un palo, pero no pudo igualar antes de irse al descanso a pesar de los 12 minutos de añadido.

Un entretiempo que no le sentó bien a los de Santi Denia, mientras que Marruecos bajó líneas y esperó a hacer daño al contragolpe con balones largos.

Situación de partido que el técnico español quiso agitar introduciendo un triple cambio, y dos de ellos fueron clave.

Adrián Bernabé fue el que, con su energía, generó el empate de España. Se internó en el área, se buscó la vida ante la presión de tres jugadores de Marruecos y consiguió rascar un balón suelto que cogió Fermín y, con la zurda, igualó el marcador en el minuto 66, anotando su cuarto gol del torneo.

Y Juanlu Sánchez, novedad en la convocatoria en lugar de un Diego López que no se encontraba al 100%, culminó la remontada.

Activo pidiendo el balón por dentro y por fuera y mostrándose en ataque, acabó llegándole su premio.

Un gran control de Sergio Gómez, pegado al costado derecho, dio ventaja al ataque Español. Encontró a Fermín libre de marca, Juanlu rompió por dentro y disparó cruzado para superar a Munir y culminar la remontada de España camino a París.

EFE