Tokio.- Andrés Iniesta disputó este sábado su último partido con el Vissel Kobe en Japón, el cual se celebró con una ceremonia en su honor.
El centrocampista de 39 años posó visiblemente emocionado en el Estadio Noevir del Vissel, entre motas titilantes de luz en las gradas y en las vallas publicitarias del recinto podía leerse el texto «INIESTA KO8E FOREVER».
Entre los momentos cúlmenes del evento estuvo su discurso, en el que tuvo palabras de agradecimiento para la afición y la ciudad que lo ha acogido en los últimos cinco años desde su fichaje en 2018.
«Siento que he crecido como jugador y como persona desde que llegué aquí», añadió Iniesta. Una evolución que, dijo, fue posible gracias a sus compañeros, al cuerpo técnico, los aficionados y la liga japonesa. «Gracias a todos ustedes he podido seguir creciendo».
Cuando el español fichó por el Vissel Kobe recalcó que entre sus metas estaba hacer más grande al club, un objetivo que, dijo este sábado, «siento que he podido cumplir».
Iniesta formó parte del once inicial del Vissel por primera vez en esta temporada de liga. Y es que solo pudo jugar cuatro de los 19 partidos disputados, acumulando 95 minutos sobre el terreno de juego. De ellos, 57 corresponden a este último encuentro, que terminó en empate 1-1 contra el Consadole Sapporo.
Las lesiones que el centrocampista viene sufriendo desde 2021 y el cambio de táctica en el equipo fueron reduciendo sus apariciones. Es por ello que múltiple ganador de la Champions ya empieza a considerar retirarse formalmente.
El exjugador del FC Barcelona recibió varios regalos de despedida de manos, entre otros, del propietario del club, Hiroshi Mikitani, que le entregó una katana.
Al jugador se unieron sobre el césped en un momento dado su esposa y sus cinco hijos, que posaron junto a él ante las cámaras.
«No olvidaremos tu magia en el campo, las batallas que hemos peleado juntos, el amor que has mostrado a esta ciudad. Arigato. 8racias eternas», rotulaba un vídeo conmemorativo publicado en las redes sociales del Vissel Kobe al término del encuentro, haciendo un juego de palabras con el 8 de su dorsal y una G capital.
EFE