SANTIAGO DE CHILE.- El jefe de ONU Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab, advirtió este jueves que «las causas estructurales del malestar social siguen vigentes» cinco años después del estallido en Chile y que existe una «profunda desigualdad en el acceso a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales».
Jarab también pidió al Estado chileno en un comunicado «cumplir con su obligación de hacer justicia por las violaciones de derechos humanos cometidas por sus agentes» y «seguir avanzando también en materia de verdad, reparación, memoria y garantías de no repetición».
Chile vivió en octubre de 2019 la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura militar, que comenzó como un reclamo contra el alza en el precio del boleto de metro y se convirtió en un clamor transversal por un modelo económico más justo y mayores derechos sociales.
El estallido, que derivó en dos procesos constituyentes fallidos, combinó marchas pacíficas y multitudinarias con episodios de violencia desmedida, saqueos y destrucción de mobiliario público, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
La ONU y distintas organizaciones de derechos humanos acusaron a las fuerzas de seguridad de violaciones a los derechos humanos y los altos mandos policiales de entonces están siendo juzgados.
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