El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este sábado con varios líderes indígenas para abordar formas de detener la actual violencia contra los pueblos originarios en Mato Grosso do Sul, estado del sudoeste de Brasil fronterizo con Bolivia y Paraguay, informó el propio mandatario.
El líder progresista recibió en la sede de la Presidencia a líderes de la etnia guaraní-kaiowá, una de las más numerosas del país, una semana después de que varias personas quedaras heridas en dos ataques de pistoleros contra campamentos montados por los indígenas en tierras que les pertenecen pero cuya delimitación no ha sido concluida por el Gobierno.
«Recibí una comitiva de líderes guaraní-kaiowá para tratar los conflictos en Mato Grosso do Sul, que se intensificaron en los últimos días», afirmó el líder progresista en un mensaje que publico en las redes sociales junto con una fotografía del encuentro.
En la imagen, además del presidente y de los líderes indígenas, también aparecen los ministros de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara; y de la secretaría general de la Presidencia, Márcio Macedo, y la presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Joenia Wapichana.
En el encuentro Guajajara se comprometió con nuevas medidas para reducir la tensión en la región de Douradina, en donde los indígenas vienen ocupando tierras que forman parte de su reserva y enfrentando a colonos y hacendados que el Gobierno aún no ha desalojado.
El Gobierno ya envió miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad a la región para garantizar la tranquilidad y anunció gestiones en la Funai para intentar acelerar el proceso de demarcación de la reserva de los guaraní-kaiowá en Douradina y la expulsión de los actuales ocupantes de la llamada Tierra Indígena Panambi-Lagoa Rica.
Los indígenas aprovecharon el encuentro para pedirle al Gobierno desmonte un campamento montado por hacendados dentro de la reserva y desde donde, aseguran, son ordenados los ataques contra los guaraní.
Esta Tierra Indígena, con cerca de 12.196 hectáreas y un perímetro de 63 kilómetros, fue creada por la Funai en 2011, pero su homologación fue suspendida por un tribunal.
EFE