Alexis Bonilla Cedeño/Unión Radio
CARACAS.– Tiburones de La Guaira aseguró su presencia en la final de la LVBP, un hecho que lo vuelve a acercar a la gloria y a poner fin a una racha negativa, que lo tiene 37 años sin poder alzar el trofeo del campeonato invernal.
¡A CELEBRAR QUE LA GUAIRA ESTÁ EN LA FINAL! 🍾🥁🦈1️⃣#UnidosYMásFuertes pic.twitter.com/QcPW22TQVl
— Tiburones de La Guaira (@tiburones_net) January 16, 2024
Ya lejos queda aquella temporada de 1985-1986 en la que la novena escuala obtuvo su séptimo título en la historia.
Desde entonces, la suerte no ha estado de su lado pues, en ese lapso de 37 años, La Guaira disputó apenas tres finales y en todas finalizó subcampeón: en la 86-87 ante Leones del Caracas; la 2011-2012 contra Tigres de Aragua y la que se remonta a la pasada zafra de 2022-2023, cuando Leones frustró otra vez la ilusión al conquistar en seis juegos su campeonato número 21.
Un inicio complicado que puede tener un final feliz
Con un comienzo turbulento esta temporada que lo llevó a cambiar la gerencia deportiva, el manager y hasta algunos jugadores, Tiburones consolidó un boleto a la instancia definitiva gracias a su paso arrollador en el Round Robin.
Oswaldo Guillén, histórico jugador y estratega con gran recorrido a nivel nacional e internacional, logró encaminar al equipo tras asumir en medio de una mala seguidilla de juegos y con un ambiente que pronosticaba lo peor para sus aficionados.
El aporte de jugadores estelares como Miguel Rojas, Maikel García y del recién coronado MVP de Bravos de Atlanta, Ronald Acuña Jr., sin duda fue ese factor clave para levantar la moral del equipo y mejorar en sus resultados. Además, la contribución de jóvenes como Lorenzo Cedrola tampoco se puede pasar por alto a la hora de nombrar a los mejores del conjunto litoralense.
A falta de escasos juegos para definir a su rival, que se debate entre Leones, Cardenales y Bravos, los salados tendrán que valerse de mucha fortaleza mental para afrontar de la mejor forma la gran final y brindarle la alegría del campeonato a su fanaticada que, al ritmo de la samba, hará vibrar los alrededores del Estadio Universitario, con la ilusión de ver campeón al equipo de sus amores.
Un sueño que no solo cortaría la sequía, sino que lo convertiría en el digno representante venezolano en la inédita Serie del Caribe, a disputarse en el LoanDepot Park de Miami.
