Sant Joan Despí (Barcelona).- Movidos por la presencia de la nueva incorporación azulgrana, Vitor Roque, poco más de 5.500 aficionados se desplazaron este sábado al Estadio Johan Cruyff para despedir el año junto a sus ídolos en un entrenamiento solidario organizado por la Fundación FC Barcelona.
La incertidumbre sobre cómo terminará la temporada fue el mensaje principal de los seguidores, mayoritariamente niños y adolescentes, instantes antes del inicio de esta jornada navideña, conscientes de que las sensaciones tanto en LaLiga como en la Liga de Campeones no acaban de ser las mejores.
«Veo al Barça muy irregular. A ver si con la nueva incorporación (Vitor Roque) hay más pelea arriba. Confío en que (Robert) Lewandowski vendrá como una bala sabiendo que tiene competencia», comentó a EFE Cristian, socio del club, que se acercó a animar a su equipo junto con su hija Carla.
Hubo otros culés que, aun sabiendo la difícil situación deportiva que atraviesa el club, se mostraron más positivos, incluso fantaseando con la consecución de títulos a final de temporada.
«Creo que siempre se puede remontar y que este año podemos ganar la Liga… ¡y la sexta (Liga de Campeones)!», exclamó Ana, que decidió asistir a este entrenamiento solidario junto a su amiga Nerea por segundo año consecutivo.
Antes de empezar a ejercitarse, los vigentes campeones de Liga se acercaron a las pantallas de dos robots con conexiones de audio y vídeo, Pol y Joyce, para conectar con niños y jóvenes hospitalizados y así pudieran vivir la experiencia desde sus habitaciones.
Con el inicio de la sesión, empezaron los fanatismos, con griteríos de la afición en favor de sus futbolistas favoritos y celebraciones cada vez que se veían goles.
Uno de los más apoyados fue el brasileño Vitor Roque, que llegó a Barcelona el pasado viernes procedente del Athletico Paranaense, cuando anotó un gol en uno de los partidillos del entrenamiento asistido por su compatriota Raphinha, uno de los que más se entendió con él dentro del campo.
Los ánimos también se dirigieron a los más jóvenes, como Fermín (uno de los más goleadores de la jornada) y Lamine Yamal, y hubo especiales muestras de cariño con cada acierto de Lewandowski, con la voluntad de arropar al polaco para que mejore su acierto ofensivo de cara al segundo tramo de la temporada.
Una vez finalizada la sesión, los jugadores regalaron balones a los asistentes y algunos de ellos, como Araujo, Joao Félix, Kounde o Ferran Torres, se acercaron a las gradas para firmar las camisetas y pancartas del público.
EFE
