DAVOS.– La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, acusó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, de estar utilizando «el hambre y el grano» como arma de guerra y pidió colaboración internacional con «urgencia» para aplacar los «crecientes signos de una crisis alimentaria».
«Hoy, la artillería rusa está bombardeando almacenes de cereales en toda Ucrania deliberadamente. Y los buques de guerra rusos en el Mar Negro están bloqueando los barcos ucranianos llenos de trigo y semillas de girasol», dijo Von der Leyen en su intervención ante el Foro de Davos.
La presidenta de la Comisión Europea aseguró que hay «soluciones y un horizonte» si se actúa «con urgencia» para superar «este enorme desafío desde la «cooperación» internacional.
En un discurso absolutamente centrado en la invasión de Rusia sobre Ucrania y las consecuencias de esa guerra en la población ucraniana, las cadenas de suministro o la volatilidad de los precios energéticos, Von der Leyen dedicó especial atención a la falta de cereales en los mercados globales.
Los campos de trigo de Ucrania «han sido quemados» y «el ejército del Kremlin está confiscando reservas de granos y maquinaria», dijo Von der Leyen, quien deslizó que esas acciones traen «recuerdos de un pasado oscuro» relacionado con las incautaciones de cosechas soviéticas y la «devastadora hambruna de 1930».
Ucrania tiene 20 millones de toneladas de cereal bloqueadas en su territorio y sus exportaciones han caído de 5 millones de toneladas al mes antes de la guerra a entre 200.000 y 1 millón de toneladas actualmente.
«Las consecuencias de estos actos vergonzosos están a la vista de todos. Los precios mundiales del trigo se disparan. Y son los países frágiles y las poblaciones vulnerables los que más sufren», agregó la conservadora alemana, quien se refirió a alzas en el precio del pan del 70 % en Líbano y envíos a Somalia bloqueados.
Además, Rusia está «acumulando sus propias exportaciones de alimentos como una forma de chantaje, frenando suministros para aumentar los precios mundiales, o el comercio de trigo a cambio de apoyo político», es decir, está «usando el hambre y el grano para ejercer el poder», denunció Von der Leyen.
Esas circunstancias, sumadas a las sequías provocadas por el cambio climático, amenazan especialmente a África y en ese sentido Von der Leyen anunció que Bruselas trabaja con el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sissi, para «abordar las repercusiones de la guerra con un evento sobre seguridad alimentaria y soluciones en Europa y en la región».
«Hace sólo 50 años, África producía todos los alimentos que necesitaba. Durante siglos, países como Egipto fueron los graneros del mundo», apuntó Von der Leyen, quien abogó por apoyar también al continente africano a largo plazo para que sea «menos dependiente en las importaciones de alimentos».
Además, la Unión Europea está intentando ayudar a Ucrania a sacar grano del país al tiempo que la UE intenta incrementar su propia producción de cereal, dijo.
Von der Leyen resumió las principales acciones de la Unión Europea desde la invasión de Ucrania el pasado febrero, tanto en el plano humanitario -hay 6 millones de refugiados en la UE más 8 millones de desplazados dentro de Ucrania- como en el militar o económico, con 10.000 millones de euros de ayuda macrofinanciera a Ucrania, el mayor paquete jamás consagrado por la UE a un país de fuera del bloque.
«Y no deberíamos dejar piedra sin remover -incluyendo, si es posible, usar los activos rusos congelados», para ayudar a Ucrania a «resurgir de las cenizas», añadió.
«Contrarrestar la agresión de Rusia es una tarea de toda la comunidad global. Ucrania debe ganar esta guerra. Y la agresión de Putin debe ser un fracaso estratégico. Haremos todo lo posible para ayudar a los ucranianos a prevalecer y retomar el futuro en sus manos», aseguró.
EFE
- Advertisement -
- Advertisement -
- Advertisement -