KIEV.- Ucrania defiende el uso de drones navales en el mar Negro, donde acosa los puertos rusos de la anexionada península de Crimea y la Rusia continental con el fin de obligar a los rusos a salir de sus aguas territoriales, mientras continúan los combates posicionales en todo el frente.
«Cualquier ‘zambombazo’ contra buques rusos o el puente de Crimea es una acción lógica y efectiva en contra del enemigo», declaró este sábado el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), Vasyl Malyuk, en alusión a los sucesivos ataques con drones en el mar Negro.
MÁRCHENSE SI NO QUIEREN ‘ZAMBOMBAZOS’
Por ello, añadió, «si los rusos quieren que los ‘zambombazos’ cesen, deben aprovechar su única posibilidad: abandonar las aguas territoriales de Ucrania y nuestra tierra».
«Y cuanto antes lo hagan, mejor», zanjó, al expresar su absoluta convicción en la victoria ucraniana.
Al ataque de drones de la víspera, lanzado contra la península de Crimea y el puerto ruso de Novorossíisk -que albergan las mayores bases de la Flota rusa del Mar Negro- y durante el cual habría sido dañado el buque de desembarco ruso «Olenogorsky Gornyak», siguió otro por la noche contra un petrolero.
Aunque Rusia no reconoció que «Olenogorsky Gornyak» fue alcanzado, sí informó sobre los daños ocasionados al buque cisterna ruso «Sig» en el compartimento de máquinas «junto a la línea de flotación de estribor».
No obstante, las autoridades rusas negaron que tras el incidente hubiese tenido lugar un derrame de crudo y anunciaron los preparativos para la reparación del buque.
El ataque, durante el cual se escucharon varias explosiones en la península, obligó a las autoridades rusas a detener durante varias horas el tránsito sobre el puente de Crimea, en el estrecho de Kerch, a las 23.26 hora local (20.26 GMT) y apagar sus luces.
Hasta el momento, el Ministerio de Defensa ruso ha mantenido silencio al respecto.
El puente de Crimea, que une la anexionada península con el continente ruso, se ha convertido en objetivo prioritario del Ejército ucraniano y ha sufrido daños en dos ocasiones.
RESTRICCIONES EN EL MAR NEGRO
Por ello, Rusia limitó la navegación de todos los buques de superficie y submarinos, al igual que el fondeo de cualquier tipo de embarcación en las zonas aledañas al puente.
También queda terminantemente prohibido el vuelo y amerizaje de aeronaves, al igual que la presencia de personas en el agua y otras actividades en el mar.
Por su parte, este mismo sábado Ucrania declaró «zona de riesgo de guerra» seis puertos del litoral ruso del mar Negro en los que califica de peligrosa la navegación, entre ellos el de Novorossíisk, atacado la víspera.
El área considerada zona bajo amenaza militar comprende Anapa, Gelnszhik, Tuapsé, Sochi y Tamán, además del mencionado de Novorossíisk, según un comunicado de la Oficina Hidrográfica Estatal.
DIFICULTADES EN EL FRENTE
Mientras, Ucrania entra en su tercer mes de contraofensiva sin grandes logros en el frente, fundamentalmente debido a la densidad de fortificaciones rusas y el intenso minado, según declaró hoy el general de brigada ucraniano Dmitro Gueguera.
«Las franjas de fortificaciones contienen campos de minas antitanques, barreras en forma de zanjas, pirámides y erizos antitanques, alambradas», afirmó, al señalar que para superar estos obstáculos Ucrania necesita de «una cantidad significativa de unidades de ingeniería y zapadores».
Por su parte, Rusia afirmó hoy haber tomado el control de la localidad de Novoselivske, en la región de Lugansk, al este de Ucrania, y avanzado en el frente de Kupiansk de la región de Járkov.
Según el Ministerio de Defensa ruso, «en el marco de las acciones ofensivas en un amplio sector del frente los destacamentos de asalto mejoraron las posiciones de avanzada en las localidades de Olshana y Pershitraneve de la región de Járkov» y causaron unas 140 bajas al enemigo.
EFE