JERUSALÉN.- La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados condenó este sábado el bombardeo israelí sobre la escuela Al Tabaín en Gaza, que dejó un centenar de muertos y decenas de heridos, según cifras de las autoridades de la Franja palestina.
«Este es al menos el 21º ataque (israelí) contra una escuela que sirve como refugio (a desplazados de la guerra) que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha registrado desde el 4 de julio. Estos ataques han causado al menos 274 muertes, incluidas mujeres y niños», denunció el ente humanitario.
Más de cien personas murieron y decenas resultaron heridas este sábado tras un bombardeo israelí sobre la escuela Al Tabaín, ubicada en el barrio Al Daraj de Ciudad de Gaza, cuando cientos de palestinos musulmanes se encontraban realizando el rezo del amanecer, informó el grupo islamista Hamás, que controla la Franja.
Sin embargo, el Ejército cuestionó el elevado número de víctimas al asegurar que «no se alinea con la información obtenida por las Fuerzas de Defensa de Israel, las municiones de precisión utilizadas y la exactitud del ataque».
Alegando la supuesta presencia de milicianos en la escuela, el Ejército asegura que el bombardeo fue realizado «con precisión», y que tomó «numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles», incluyendo vigilancia aérea e información de inteligencia.
Pero la Oficina de Derechos Humanos de la ONU asegura que si bien la ubicación de objetivos militares junto a civiles por parte de grupos armados constituye una violación del derecho internacional humanitario, «ello no anula la obligación de Israel de cumplir estrictamente con esa normativa, incluyendo los principios de proporcionalidad, distinción y precaución».
«Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de proporcionar a la población que ha desplazado por la fuerza las necesidades humanitarias básicas, incluido un refugio seguro», sostuvo.
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Desde entonces, el Ejército israelí ataca por aire, tierra y mar toda la Franja, incluso zonas consideradas «humanitarias» e infraestructuras civiles como escuelas, hospitales, mezquitas, mercados y campamentos de refugiados, alegando que las milicias operan desde esos lugares.
Los más de 10 meses de guerra han dejado en la Franja más de 39.790 muertos y 92.002 heridos -la mayoría mujeres y niños-, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino, controlado por Hamás.
A esto se añaden 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedentes por la destrucción generalizada de las viviendas, el colapso de los hospitales, los brotes de epidemias, la amenaza de la hambruna y la escasez de agua potable, alimentos y medicinas.
La comunidad internacional ejerce una renovada presión sobre Israel y Hamás para que acuerden un cese el fuego, y les instaron reanudar las negociadoras el jueves próximo.
EFE