LISBOA.- El incendio que sufre desde hace más de una semana la isla de Madeira, la mayor del archipiélago homónimo portugués, está prácticamente extinto aunque las autoridades se mantienen atentas ante la posibilidad de que pueda reavivarse en algunas zonas.
Así lo resumió este sábado el presidente del Gobierno autónomo de Madeira, Pedro Albuquerque, durante una rueda de prensa en la que aseguró que el fuego está «prácticamente extinto», con frentes activos que han sido «sustancialmente reducidos o son inexistentes».
Hay «algún foco que puede potencialmente reavivarse» en la zona de la Lombada, en el municipio de Ponta do Sol (en el sur de la isla).
Albuquerque señaló que la floresta laurisilva, ubicada mayoritariamente en el norte, «no fue afectada en su integridad como Patrimonio Natural de la Unesco», y ha registrado apenas daños «residuales».
El helicóptero luso en el terreno ha efectuado más de 300 descargas de agua desde que comenzó el incendio el pasado 14 de agosto, mientras que los dos Canadair españoles, que llegaron en el marco del Mecanismo Europeo de Protección Civil, han realizado 26 descargas entre este jueves y viernes, según sus datos.
El presidente regional destacó que las medidas tomadas durante estos días «fueron las adecuadas» y pidió que se «continúe confiando» en los profesionales de protección civil y emergencias de la región.
No hay registro de fallecidos ni de viviendas ni infraestructuras esenciales afectadas por el fuego.
Las autoridades evacuaron por precaución a cerca de 200 personas, que en su mayoría ya han podido volver a sus domicilios.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), el incendio ha consumido más de 5.700 hectáreas, más del 7 % de la isla.
EFE
