ROMA.- La región italiana de Emilia-Romagna seguirá hoy en alerta roja por las fuertes lluvias registradas en los últimos días. Las labores de salvamento y asistencia a la población continúan.
Tras una semana de inundaciones, al menos 14 personas fallecieron.
La Protección Civil decretó la «alerta roja» en el litoral del mar Adriático y las provincias de Ravenna, Boloña y Forlì-Cesena.
La agencia meteorológica regional de Emilia-Romaña (ARPAE) informó que las lluvias serán «extendidas» pero de «débil intensidad».
En los últimos siete días se contabilizan numerosos ríos desbordados e inundaciones en pueblos enteros.
En la provincia de Ravenna, la zona más perjudicada, resultaron evacuadas 27.775 personas y muchas de ellas reubicadas en hoteles o en las instalaciones de la Protección Civil.
Las autoridades siguen asistiendo a la población sin pausa y en las últimas horas se han centrado en el restablecimiento dee los servicios públicos esenciales como el agua potable, cuya falta era uno de los principales temores durante el desastre.
Asimismo en gran parte de la zona afectada se ha recuperado la electricidad y las líneas telefónicas.
En la tarde de ayer aún eran «muchos» los municipios que padecían los efectos de las inundaciones, especialmente Cervia, mientras que seguía siendo «crítica» la situación en Conselice por el desbordamiento del río Sillaro.
Otros pueblos como Lugo, Brisighella o Casola Valsenio registraron «numerosos» corrimientos de tierra.
Con la llegada del nuevo temporal, también se ha declarado la «alerta naranja» por riesgo hidrogeológico en otras regiones como Piamonte, Lombardía (norte), Calabria y Sicilia (sur).
El Gobierno celebrará el próximo martes un Consejo de Ministros extraordinario para destinar 20 millones de euros en asistencia inmediata y suspender las obligaciones fiscales y los pagos de facturas a todos los afectados.
Más de 5.000 explotaciones agrícolas anegadas por las inundaciones en Emilia-Romagna
Más de 5.000 explotaciones agrícolas se encuentran anegadas, con animales ahogados y decenas de miles de hectáreas bajo el agua.
El sector más afectado es el hortofrutícola, con la lentitud con la que fluye el agua que ha quedado en los huertos, «asfixiando» las raíces de los árboles hasta que se pudren, y el riesgo de provocar la desaparición de plantaciones enteras.
EFE