LIBREVILLE.- Gabón celebra este sábado un referéndum para votar sobre el proyecto de una nueva Constitución, un paso crucial para la vuelta a un régimen civil prometido por la junta militar que dirige el país desde el golpe de Estado de agosto de 2023.
Unos 860.000 electores están llamados a ejercer su derecho democrático en los colegios electorales que abren sus puertas entre las 07.00 y las 18.00 hora local (06.00 y 17.00 GMT), si bien algunos centros han sufrido retrasos.
«Acabo de ejercer mi deber ciudadano, en calma», declaró a medios locales un votante llamado Makoundza que, como sus conciudadanos, quiso expresar su apoyo o rechazo a la nueva carta magna, adoptada el pasado 17 de octubre por el Consejo de Ministros del país.
Según reportan medios gaboneses, la votación se enfrenta a los desafíos de la época lluviosa y el periodo escolar, algo que podría dificultar el desplazamiento de los ciudadanos a sus distritos electorales de origen.
Para atajar esos obstáculos, las autoridades declararon como días no laborables este jueves y viernes y se autorizaron cambios excepcionales en la localización de los centros de votación, después de una campaña en los últimos diez días que transcurrió sin incidentes destacados.
En un acto celebrado para lanzar la campaña a favor del «sí» el pasado 6 de noviembre, el primer ministro del país y ex líder opositor, Raymond Ndong Sima, afirmó: «Nos guste o no, esta Constitución ha sido la más debatida por la población».
La Asamblea Constituyente de Gabón adoptó el pasado 22 de septiembre por mayoría el proyecto constitucional, tras concluir diez días de sesiones para evaluar el texto.
Unas 800 enmiendas para los inicialmente 194 artículos de la norma -que pasaron a ser 173 en la versión definitiva- fueron propuestas y adoptadas por un total de 168 parlamentarios (98 diputados y 70 senadores del Parlamento de Transición) y de los cuales solo ocho votaron en contra y tres se abstuvieron.
Una Presidencia reforzada
El texto propuesto refuerza la figura de la Presidencia, al abolir el cargo de primer ministro, y fija el mandato de siete años del presidente, renovable solo una vez, en vez del número ilimitado de mandatos de cinco años actual.
Además, el presidente tendría competencias para disolver el Parlamento y nombrar a miembros del Poder Judicial, mientras algunas libertades se verían limitadas, por ejemplo con la definición del matrimonio solo como la unión entre hombre y mujer.
El texto también busca evitar que se repita una transmisión dinástica del poder, como sucedió con la familia del derrocado presidente Ali Bongo, al prohibir que «el cónyuge y los descendientes» del líder del país puedan ser candidatos a su sucesión.
Quienes rechazan la nueva Constitución, critican la concentración del poder en el presidente de transición, general Brice Clotaire Oligui Nguema, que dirige la junta militar, conocida como Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI).
«El proyecto constitucional propuesto no hace más que mantener un sistema donde las decisiones se toman de manera opaca, sin consultar realmente a los ciudadanos ni teniendo en cuenta sus necesidades fundamentales», declaró a la prensa esta semana el economista y excandidato presidencial Albert Ondo Ossa.
Tras esta votación, el cronograma de la transición prevé la celebración de elecciones presidenciales y legislativas en agosto de 2025.
Gabón, potencia petrolera de África subsahariana, celebró este abril un diálogo nacional inclusivo anunciado en septiembre de 2023 por las autoridades de transición, un paso hacia el retorno de un Gobierno civil al país tras el golpe de Estado del 30 de agosto del año pasado.
Ese día, los militares tomaron el poder horas después de que las autoridades electorales anunciasen la victoria del entonces presidente, Ali Bongo, en los controvertidos comicios celebrados ese mes de agosto.
Los golpistas -como la oposición- aseguraron entonces que las elecciones no fueron transparentes, creíbles, ni inclusivas, y acusaron al Ejecutivo de gobernar «irresponsable e impredeciblemente».
La familia del derrocado Bongo -que se convirtió en presidente después de la muerte de su padre, Omar Bongo, en 2009- había ocupado el poder desde 1967.
EFE