Lyles y Bednarek se enfrentarán por el oro en los 200 metros

Foto cortesía: @WorldAthletics

París.- La rivalidad entre los estadounidenses Noah Lyles y Kenneth Bednarek se decidirá en la final de los 200 metros de los Juegos Olímpicos.

Los dos lograron el billete este miércoles para verse las caras en la final en la que ambos llevan semanas lanzándose desafíos, que tuvo ya una antesala en las selecciones estadounidenses de Orlando en mayo pasado, cuando Lyles consiguió la mejor marca del año en esa distancia.

Bednarek lo hizo con mucha soltura en su serie, que ganó con un tiempo de 20.00 por delante del dominicano Alexander Ogando.

Lyles, que hace tres días se impuso en el hectómetro, forzó menos y fue segundo de su semifinal con 20.08, por detrás del botsuano Letsile Tebogo, autor de la segunda mejor marca del año y que se impuso con un tiempo de 19.96.

Completarán la final el estadounidense Erriyon Knignton, dueño de la tercera mejor marca del año y que se impuso en su serie a su compatriota Joseph Fahnbulleh, mientras que los zimbabuos Tapiwanashe Makaruwu y Makanakaishe Charamba se clasificaron por tiempos.

Todos los ojos estarán puestos en el Estadio de Francia en la noche de este jueves.

Lyles perseguirá el segundo de los oros que ansía en París, cuatro días después de haber triunfado en el hectómetro, lo que le colocaría a la altura de de sus compatriotas Jesse Owens, el primero en lograrlo en 1936, Bobby Morrow, en 1956 y Carl Lewis en 1984, mientras que el jamaicano Usain Bolt es el único en haberlo repetido en tres ocasiones: 2008, 2012 y 2016.

No será una prueba normal, puesto que el de Florida siempre repite que los 200 es su distancia favorita. Enfrente tendrá a un Bednarek que, a diferencia de su rival, se centra en el doble hectómetro y que ya ha avisado de que quiere dar la sorpresa.

«Cuando salga de la curva estarán desesperados», advirtió el campeón olímpico del hectómetro, que atizó así la competencia con sus rivales, sobre todo con Bednarek, la antítesis de Lyles, introvertido y poco dado a estar en el centro mediático.

Tras haber visto su rendimiento frenado por un rosario de lesiones, el estadounidense asegura que ahora está listo para dar el salto al alto nivel.

No en vano, llegaba a los Juegos con sus mejores marcas en 100 y en 200, donde sus 19.59 son el décimo mejor crono de la historia, solo superado este año por los 10.53 de Lyles.

Formado en las frías tierras de Wisconsin, lejos de los climas más cálidos donde suelen hacerlo la mayor parte de los atletas, Bednarek se ha forjado una reputación de duro y de infatigable.

«Es cierto que Noah tiene la mejor marca, pero sé que le puedo ganar. Esta temporada, puedo ganar a cualquiera», asegura. 

EFE