lunes, mayo 20, 2024
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Amigos Sinfónicos: dos años de filantropía celebrados al ritmo del jazz, blues y joropo venezolano

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Caracas.- Bajo la «Lluvia» de Soto ubicada en el Centro Banaven, conocida como el Cubo Negro, los «Amigos Sinfónicos» celebraron su segundo aniversario junto a la Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV) y más de cien asistentes.

El repertorio estuvo integrado por 24 temas, piezas del maestro Aldemaro Romero, así como también del músico estadounidense, George Gershwin.

Cien minutos fueron suficientes para que el público se «sumergiera» en una fusión de arte, arquitectura y buena música; al tiempo que disfrutaba de una onda de jazz, blues, bossa – nova y joropo venezolano.

Marcos Carrillo, quien fue el director de la OSV durante la velada, logró una conexión con el público desde el inicio del programa y a medida que avanzaba el repertorio hacía una pausa y breve preludio de la historia en torno a algunas de los temas; especialmente al cierre de la Suite Onda Nueva de Aldemaro Romero, que dio paso a Un americano en París (de Gershwin) – la cual describió como una historia de caos, desaciertos y vivencias -; así como también se tomó su tiempo para hablar de Porgy and Bess.

Por su parte, Martha Partidas, representante de la organización «Amigos Sinfónicos» recordó que, aunque la celebración del segundo aniversario ha sido «a lo grande», el grupo de mujeres que integran esta iniciativa busca seguir brindando apoyo – no solo a la OSV -, sino también a las empresas, a fin de generar un «impacto organizacional» a través de la visión de la orquesta.

«No solo nos dedicamos a hacer conciertos», afirmó.

Mientras 80 músicos subían a escena, la obra «Volumen Virtual Suspendido» de Soto permanecía iluminada con un azul intenso. Entre aplausos y algunos teléfonos en mano – para capturar el momento -, la OSV interpretaba «De repente» de Aldemaro Romero, para robar la atención de los asistentes.

Minutos más tarde, y tras palabras de agradecimiento, el director Carrillo reconocía el trabajo de todos los involucrados, mientras saludaba – con gesto de admiración – al maestro, violinista y «director por convicción»; Alfonso López Chollet.

«La Orquesta lo está haciendo súper bien (…) Espero que lo disfruten tanto como nosotros», expresó.

Dos momentos de ovación y aplausos para los músicos se hicieron sentir en la locación escogida por los «Amigos Sinfónicos» para brindar por su segundo aniversario, la última de ellas duró casi cuatro minutos.

Pasada las 8:30 de la noche y poco antes de terminar, Carrillo volteó al público y junto a los músicos de pie, indicó que el cierre sería especial, y así fue, comenzó a sonar la melodía de «New York, New York», el himno de Frank Sinatra.

Con el Ávila de testigo, la noche del sábado en el Cubo Negro fue tan iluminada y vibrante como los rascacielos de la Gran Manzana.

Texto y fotos: Luis Gabriel Patiño/Unión Radio

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