REDACCIÓN CIENCIA.- Google presentó su nuevo chip cuántico de última generación, llamado Willow, con dos logros centrales: una potencia de cálculo «extraordinaria» y un avance en la corrección de errores, lo que allana -asegura- el camino hacia un futuro ordenador cuántico útil y a gran escala.
«El chip Willow es un gran paso en un viaje que comenzó hace más de 10 años», resume Hartmut Neven, fundador y director de Google Quantum IA, quien, junto a otros investigadores de la compañía, firma en la revista científica Nature un artículo con los detalles de este avance.
En él se describe cómo en los experimentos en los laboratorios de Santa Bárbara (California), el procesador Willow fue capaz de realizar en unos cinco minutos una tarea de referencia que el superordenador Frontier, uno de los más rápidos, tardaría muchísimo más tiempo en completar, en una cifra difícil de imaginar.
Se trata de un «alucinante» número que «excede las escalas de tiempo conocidas en física y enormemente la edad del universo», apunta Neven.
Asimismo, se demuestra la reducción exponencial de errores a medida que se aumenta el número de cúbits.
El trabajo supone un avance más en el campo de la computación cuántica y demuestra que es posible en la práctica reducir las tasas de error, pero es aún muy preliminar y está lejos de la consecución de un ordenador cuántico definitivo, señalan fuentes consultadas por EFE.
EFE