CARACAS.- El Real Madrid regresó a la cima de Europa. La Champions League volvió a vestirse de blanco y viajará a la vitrinas del Santiago Bernabéu para ser la número 14 de su historia luego de derrotar por 1-0 al Liverpool en la final de Saint-Dennis gracias al tanto de Vinicius Jr.
Una temporada épica del cuadro merengue que los llevó a disputar una nueva definición de la competición europea más importante del mundo y de la que se sigue consagrando como el único dominador absoluto.
Por otro lado, el Liverpool fue superior la mayor parte del compromiso, pero la falta de precisión de cara al arco y un Courtois que se hizo más grande que su 1.90 de estatura, evitaron que los Reds alcanzaran su séptima «Orejona».
Desde el arranque del compromiso el cuadro de Jurgen Klopp salió a imponer su juego. El equipo se paró lo más adelante posible con su tridente ofensivo marcando a cada opción de pase posible que podía tener el conjunto merengue, quien estaba con un poco de nerviosismo para salir con la pelota dominada.
Ancelotti no quiso arriesgar poniendo a Rodrygo desde el inicio y, en cambio, prefirió equiparar fuerzas en el mediocampo colocando un cuarto volante (Valverde) para no verse superado con las trepadas de los tres atacantes reds, de volantes como Thiago Alcantara o Henderson, incluso, Trent Alexander-Arnold y Robertson desde las bandas.
Pese a esto les costó asentarse en el campo. Los pupilos de Klopp parecían una verdadera marea roja que solo pensaba en ir hacía el arco rival, ahogando a los blancos y obligándolos a dividir la pelota en jugadas largas que terminaban en la nada.
La Casa Blanca llegó a defenderse con cinco hombres en su última línea por momentos, pues Casemiro era el encargado de cubrirle las espaldas tanto a Mendy como a Alaba o Militao, además de meterse entre los centrales para formar un muro blanco, mientras que Fede Valverde hacía el recorrido completo de la banda izquierda volviéndose un doble lateral junto a Carvajal.
La acción en los arcos no llegó sino hasta el minuto 15 a favor del cuadro inglés, cuando Arnold se internó en el área enfrentándose a tres rivales y metió un centro mordido que Salah no pudo rematar cómodamente y terminó despejando Courtois.
Poco después el egipcio lo volvió a intentar desde fuera del área y el portero belga atajó sin ningún problema. La verdadera ocasión de peligro red llegó en el 20´, cuando Sadio Mané sacó un latigazo de lejos que sorprendió a un Courtois que rozó el balón con la yema de los dedos para estrellar el balón en el poste izquierdo y dominarlo posteriormente cuando este había quedado botando cerca de la línea de gol.
Luego de esto comenzó a jugar con más actitud el campeón de LaLiga. Se sacudió el dominio del Liverpool y se apoderó del balón por varios pasajes que lo llevaron a anotar un gol cerca del final del primer tiempo.
Sin embargo, Karim Benzema tuvo que ahogar su grito de gol luego de la rocambolezca jugada de la que fue participe al recibir un balón largo de Alaba que lo dejó mano a mano contra Allison, el cual no pudo definir, pero aprovechó el desorden defensivo inglés para rematar hacia una portería que estaba sola. Minutos después el VAR invalidó el tanto por fuera de juego del francés.
El libreto no cambiaría mucho en la segunda parte.
El merengue salió más decidido a abrir el marcador, adelantando las líneas y presionando más arriba a su rival. Los de Klopp recuperaron el dominio del balón luego de diez minutos para volver a poner contra su arco al cuadro de Ancelotti.
El partido ya a esta altura tenía aspecto de irse al tiempo añadido, pero Fede Valverde, una de las apuestas del DT italiano y figura de la cancha, en el minuto 58 se mandó al ataque en una trepada veloz para meter una pelota rasante que sorprendió a la defensa inglesa cuando vio a Vinicius entrar solo por la izquierda y rematar con la portería a placer para hacer el gol de la ventaja.
Estalló el banco y la grada madridista que veía cada vez más cerca su sueño de gritar nuevamente campeón en su competición fetiche.
A partir de allí, el Liverpool se había quedado sin margen de error. No podía perder más tiempo y cada balón que tenían iba directo al área blanca buscando el empate por todos los medios. Sadio Mané, Diogo Jota, Mohamed Salah y Trent Alexander-Arnold fueron algunos de los que intentaron empatar la ecuación, peor no tuvieron suerte.
Todos se toparon contra una defensa sólida que se mantuvo concentrada los 90 minutos del juego y frente a un portero belga que tapó nueve pelotas de gol para dejar su arco en cero y consagrarse como otra de las figuras del juego.
Liverpool superó en la mayoría de los tramos al Real Madrid, pero la falta de puntería de cara al arco lo terminaron pagando en el suyo, cuando el único remate dentro de los tres palos que realizó la Casa Blanca acabó siendo el gol de la celebración
Deinelbith Blanco/Unión Radio