BANGKOK.-Los equipos de rescate continúan trabajando, con pocas esperanza ya de encontrar supervivientes entre la devastación, cuando este viernes se cumple una semana del terremoto de magnitud 7,7 en Birmania (Myanmar) y se contabilizan más de 3.145 muertos, 4.589 heridos, 17 millones de afectados y 21.000 viviendas destruidas o dañadas y 221 desaparecidos.
Entre los afectados hay 9 millones especialmente damnificados cerca del epicentro, en 57 municipalidades, de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, siglas en inglés).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que los supervivientes se enfrentan a un alto riesgo de brotes de cólera, una enfermedad bacteriológica causada por deficientes sistemas de saneamiento y falta de agua potable.
El seísmo, por el que seis regiones fueron declaradas en emergencia, causó el colapso o daños parciales en al menos 21.783 viviendas, 805 edificios de oficinas, 1.690 pagodas, 1.041 escuelas, 921 monasterios y conventos, 312 edificios religiosos, 48 hospitales y clínicas y 18 hectáreas de cultivos, según los datos de la junta.
EFE