SEGOVIA.-El obispado de la diócesis española de Segovia negó este lunes homofobia en el caso de un sacerdote que rehusó dar la comunión a una pareja de homosexuales, ya que aplicó la «normativa de la Iglesia universal» para personas no casadas que hacen vida marital entre ellas.
Y esto «puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial», según un comunicado del obispado.
También acusó al Partido Socialista (PSOE) de Segovia de realizar un «juicio difamatorio» al pedir acabar con la «discriminación por orientación sexual» en las parroquias de los municipios de Basardilla y Torrecaballeros.
Según la diócesis, el sacerdote acusado de homofobia cumplió con su ministerio y siguió las reglas de la Iglesia, de manera que «se ha visto obligado a negar la comunión a personas del mismo sexo que viven según el modo matrimonial», algo que también puede ocurrir en el caso de heterosexuales que convivan conyugalmente sin estar casados por la Iglesia.
«Esto no es homofobia ni discriminación, dado que no se niega la comunión por la condición homosexual, sino por defender el carácter sagrado de la Eucaristía», argumentó el obispado en el comunicado.
La denuncia del PSOE supone una «inadmisible injerencia en asuntos propios de la Iglesia y un atentado contra la libertad religiosa garantizada en la Constitución», indició.
La nota asegura que los católicos saben que, para recibir la comunión, «se necesitan unas condiciones objetivas de moralidad». Y «la Iglesia tiene autoridad para negar la comunión cuando no se cumplen, sobre todo si provoca escándalo entre los fieles como ha sucedido en los casos de Segovia».
La diócesis de Segovia pidió al PSOE «que se retracte» de las acusaciones de homofobia y discriminación por orientación sexual» por haberse efectuado «sin el conocimiento preciso de los hechos acontecidos y con motivaciones ideológicas que van en contra del magisterio de la Iglesia católica sobre este particular».
Caso del alcalde
El alcalde de Torrecaballeros, el socialista Rubén García, había denunciado en redes sociales que el párroco de Torrecaballeros le comunicó que se le prohibía recibir la comunión.
«¿Por qué?: por mi condición sexual y vivir con mi pareja», escribió el alcalde en X, al tiempo que añadió: «La decisión causa dolor, mucho dolor. Y se lo causa a mi familia. Y a mi gente. Y puedo perdonar el dolor que se me causa. Pero no voy a perdonar, lo siento, el que se causa a mi familia, esa institución que tanto dicen defender».
Además de Rubén García en Torrecaballeros, otras dos personas, Mario Calvo y José María López, hicieron pública una situación análoga en Basardilla, localidad también de la provincia de Segovia en la que ejerce el mismo párroco.
Por su parte, el PSOE segoviano, el partido de Rubén García, publicó un comunicado para pedir al nuevo obispo de Segovia, Jesús Vidal, que «termine con la discriminación por orientación sexual en el seno de la iglesia segoviana».
EFE
