BRUSELAS.- Antes de que cientos de toneladas de alimentos producidos en Bélgica sean descartados para su venta, la organización Hearth Project crea platos de temporada que acaban en comedores sociales o en un restaurante de alta cocina.
El chef Elliott Van de Veld lleva 4 años luchando contra el desperdicio alimentario y la precariedad cocinando productos que grandes productores y distribuidores desechan.
Desde 2019, con un equipo de más de 350 voluntarios, ha conseguido salvar unas 400 toneladas de comida utilizándolas para alimentar a unas 250.000 personas en situación de vulnerabilidad.
En un mundo en el que un tercio de los alimentos que se producen acaban en la basura, los fundadores de Hearth Project han hecho cálculos y saben cómo transformar una tonelada sin vender en 600 comidas.
EFE