WASHINGTON.- Bomberos continúan este lunes buscando controlar los incendios forestales en Texas, que causaron la muerte de al menos dos personas.
Asimismo, los siniestros han devastado en una semana unas 527.000 hectáreas de bosques.
Según el Servicio Forestal de la universidad Texas hay todavía cinco incendios forestales activos y uno de ellos, el mayor en la historia de Texas, el Smokehouse Creek en el condado Hutchinson, ha incinerado casi 405.000 hectáreas.
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Las temperaturas están más altas que lo normal en este mes invernal, los bajos índices de humedad y los vientos fuertes contribuyeron desde la semana en la propagación de las llamas, pero el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) indicó que un frente frío este lunes aliviará las condiciones.
«Si bien el pronóstico no contiene lluvias, los vientos y los valores de la humedad relativa no alcanzarán umbrales para incendio en el comienzo de esta semana», indicó la estación de NWS en Amarillo, 750 kilómetros al noroeste de Austin.
Los incendios son destructivos en la región del Panhandle, en el norte de Texas, donde se cría casi el 85 % del ganado de ese estado.
Las autoridades informaron de que Joyce Blankenship, una exmaestra de 83 años, murió en el incendio de su vivienda en la localidad de Stinnet, 55 kilómetros al nordeste de Amarillo.
Otra víctima, identificada como Cindy Owen y cuyo camión resultó envuelto por las llamas al sur de Canadian, 160 kilómetros al nordeste de Amarillo, falleció en un hospital de Oklahoma adonde fue transportada.
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EFE