ROMA.- El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, pidió este domingo perdón en nombre de su país en la conmemoración del 80 aniversario de la masacre de Marzabotto, pueblo del norte de Italia donde los nazis mataron a 770 civiles en 1944. Es la mayor matanza cometida por las SS en Europa Occidental durante la II Guerra Mundial y la ejecución más masiva de la historia de Italia.
Steinmeier llegó esta mañana a Italia con el presidente italiano, Sergio Mattarella, quién los últimos días estuvo de visita en el país germano, y ambos se dirigieron directamente a Marzabotto para conmemorar la también conocida como masacre de Monte Sole.
La matanza ocurrió entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre de 1944 en la región montañosa de Marzabotto, en la provincia de Bolonia, y es uno de los sucesos más oscuros de la ocupación alemana de Italia, cuando las tropas nazis se enfrentaban a los grupos de partisanos que marcaron la resistencia armada antifascista del país.
«Las tropas nazis perpetraron crímenes inhumanos en Italia, cegados por el odio y el fanatismo», dijo Steinmeier, que con su presencia expresó el arrepentimiento alemán.
También lamentó que muchas de las masacres de los nazis son hechos «casi desconocidos» en Alemania.
«Por eso estoy hoy aquí ante ustedes como presidente federal alemán. Sólo estoy experimentando el dolor y la vergüenza. Me inclino ante los muertos. En nombre de mi país, hoy os pido perdón», declaró en su discurso ante más de 1.000 asistentes, según prensa italiana.
Ante el pasado marcado por las atrocidades nazis, Steinmeier apeló a la «responsabilidad» que debe mostrar su país ante el pasado.
«Comprometernos y luchar por los valores que son la base de nuestra Europa unida, de nuestras democracias. Europa sólo tendrá un futuro pacífico si los alemanes nunca olvidamos esta responsabilidad histórica», lo que describió como «un imperativo moral» de su país.
Acompañado por Mattarella, Steinmeier también se reunió con un grupo de supervivientes de la masacre y parientes de las víctimas, y ambos dejaron una ofrenda floral en memoria de los caídos.
Por su parte, Mattarella agradeció la presencia en el acto del jefe de Estado alemán, y elogió como eventos como este refuerzan los lazos entre sus países: «Marzabotto se ha convertido en un lugar que ya no separa a los alemanes e italianos, sino que los une», aseguró.
«Ochenta años después de aquellos días trágicos, hoy percibimos más claramente que Marzabotto y Monte Sole son símbolo y cimientos de toda Europa, prueba de nuestro destino común», remarcó Mattarella.
EFE