GINEBRA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo este martes que sólo ocho hospitales siguen funcionando de forma mínima en las áreas del noroeste de Siria afectadas por el nuevo foco de hostilidades que ha estallado entre la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante (originalmente una filial de Al Qaeda) y las fuerzas gubernamentales y sus aliados.
Hace tan sólo una semana, 109 centros sanitarios prestaban servicios, en gran medida gracias a las inversiones que había realizado la OMS y otros donantes en los últimos años para volver a poner de pie la atención médica en esa zona tan golpeada por la guerra civil que desde hace catorce años sacude Siria.
Por teleconferencia desde Damasco, la representante de la OMS en Siria, Christina Bethke, relató que los socorristas de la Media Luna Roja Árabe Siria están mostrando un valor excepcional y siguen evacuando a los pacientes mediante un sistema coordinado para derivarlos a otras zonas del país.
No obstante, para ello se necesita que se realicen reparaciones urgentes a una flota de cuarenta ambulancias, además de combustible.
Los hospitales que funcionan «están desbordados con casos de traumatismos, con miles de heridos ingresados sólo en los últimos cuatro días y médicos y enfermeras trabajando sin descanso para salvar vidas, incluso con gran riesgo personal para ellos y sus familias», sostuvo.
La ONU
La ONU indicó que la inseguridad y los bloqueos en las principales vías han obligado a 65 oenegés de Alepo e Idleb a suspender sus actividades, dejando a los centros sanitarios desbordados o fuera de servicio, incluidos el mayor hospital de Idleb, Bab Al Hawa, y el hospital Al Razi de Alepo, que sólo están atendido casos de urgencia.
Bethke recordó que algunos de los mayores problemas de salud pública de los últimos años ocurrieron justamente en esta región de Siria, como el brote de cólera entre 2002 y 2023, además de la situación derivada del terremoto del año pasado que provocó daños en las frágiles redes de agua y alcantarillado.
«Los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua están aumentando, mientras que el hacinamiento en los refugios expone a las poblaciones vulnerables al riesgo de contraer enfermedades respiratorias y de otros tipos», recalcó la responsable.
EFE