REDACCIÓN DEPORTES.- Serbia acabó este viernes con el favoritismo de Canadá (95-86) para, con un partido sobresaliente de Bogdan Bogdanovic que minimizó a Shai Gilgeous-Alexander, acceder a una final del Mundial en la que ya espera rival, que saldrá del duelo entre Alemania y Estados Unidos.
Era la primera semifinal de un Mundial para Canadá en toda su historia y la tercera de una Serbia veterana, oficiosa y a la que, por supuesto, le sobra el talento. Y esa condición de inexperiencia norteamericana se palpó en la madera del Mall of Asia Arena de Manila. Serbia fue un torbellino, guiada por un Bogdanovic desatado, y Canadá se vio sumamente sobrepasada por la situación, quizá por primera vez desde que comenzara la aventura mundialista por el sudeste asiático.
Ni si quiera contra España, que la puso en aprietos, o ante Brasil, que consiguió ganar, Canadá dio la sensación de ser inferior. Pero el plan de Pesic Svetislav salió a la perfección desde el inicio, con un parcial de 8-0 con triples de Ognjen Dobric y Bodgan Bogdanovic que colocaron el 8-1 en el marcador, la primera gran ventaja del partido.
Intentó responder Canadá con Brooks desde la línea de tres, pero Serbia contrarrestó todas las buenas acciones canadienses con precisión en la zona, agresividad en la zona y confianza en las circulaciones. Una actuación coral con un director, Bogdanovic, que se paseó por Manila y señaló el camino a la final.
La Subcampeona en 2014, que cayó ante Estados Unidos posible finalista, y medalla de plata en Río 2016, está de nuevo en otra gran final. Bogdanovic, el ogro para los canadienses, fue el gran artífice de otra jornada histórica para el baloncesto serbio.
EFE