PARÍS.- El Tribunal de París dictará sentencia el 17 de abril de 2023 en el proceso en el que Airbus y Air France han sido juzgadas por homicidio involuntario por el siniestro, el 1 de junio de 2009, del vuelo AF447 que cubría la ruta entre Río de Janeiro y París y se estrelló en el Atlántico y causó la muerte de sus 228 ocupantes.
La presidenta del Tribunal, Sylvie Daunis, fijó hoy la comunicación del veredicto para el lunes 17 de abril de 2023 a las 13.30, hora local.
El final del juicio, que se ha celebrado en los dos últimos meses, ha estado marcado por la posición de la Fiscalía, que este miércoles descartó pedir condenas contra Airbus y Air France por el delito de homicidio involuntario, lo que generó la indignación de la acusación particular.
El accidente aéreo causó la muerte de las 228 personas que iban a bordo del avión (216 pasajeros y 12 tripulantes), entre ellos un bebé y siete niños.
Las víctimas eran de 33 nacionalidades diferentes, y había en particular 73 franceses y 58 brasileños.
Air France y Airbus se sentaron en el banquillo de los acusados por «homicidio imprudente» tras una larga instrucción -que se prolongó durante 13 años- entre numerosos peritajes durante la que se tomó una decisión, posteriormente revocada, que levantaba la imputación a las dos empresas.
La clave de este juicio ha sido saber si el accidente se debió a una falta de preparación de los pilotos, atribuible a Air France; a un fallo del dispositivo de medición de la velocidad, que sería responsabilidad de Airbus; o si, como se barajó durante la instrucción, todo se debió a una impericia de los pilotos, fallecidos en el siniestro.
La posición de la Fiscalía en el proceso, que consideró que la culpabilidad de Airbus y Air France era «imposible de demostrar», causó controversia entre los familiares de las víctimas.
«Sabemos que esta postura será difícil de oír para las partes civiles, pero no estamos en condiciones de pedir la condena de Air France y de Airbus», expuso la acusación pública en la antepenúltima vista del juicio.
En la jornada de clausura de hoy, en la que hubo espacio para los alegatos de la defensa, especialmente los de Airbus, aún resonaba la indignación de una buena parte de los familiares de las víctimas.
«La Fiscalía se ha dado el permiso de criticar a los pilotos durante 5 horas y las 228 víctimas no cuentan. Las han matado una segunda vez«, clamó a las puertas de la sala de audiencia Daniele Lamy, presidenta de la asociación Ayuda y Solidaridad AF447.
Lamy, quien perdió en el accidente a su hijo de 37 años, dijo todavía albergar esperanzas de que la sentencia sea condenatoria, a pesar de la opinión de la Fiscalía, porque «el Tribunal ha mostrado que conoce muy bien el caso».
Tanto Airbus como Air France podrían tener que pagar una multa de 225.000 euros cada una en caso de condena, que se sumaría a las indemnizaciones ya pagadas y a los altos costes de este largo proceso judicial. En todo caso, una condena por homicidio imprudente degradaría también la imagen pública de ambas empresas, referencias en sus respectivos sectores.
«UN ACCIDENTE SIN EXPLICACION»
Los abogados de Airbus ocuparon gran parte de la jornada con sus alegatos en favor de la absolución del constructor aeronáutico europeo.
«Es un accidente que queda en parte sin explicación. ¿Por qué los pilotos no eligieron la opción adecuada?», se preguntó el letrado Simon Ndiaye, en alusión a que a la maniobra de los pilotos, quienes, con la sonda de velocidad inutilizada por estar congelada, creían que estaban ascendiendo cuando en realidad perdían altura.
Ndiaye recordó, además, que cuando el aparato atravesaba una fuerte tormenta tropical cerca de las costas del Estado brasileño de Recife -más virulenta de lo anunciado- estaba al mando un copiloto y no el comandante, quien en ese momento descansaba.
Dejando claro que no achacaban toda la culpa de la tragedia a los pilotos, otro de los abogados de Airbus, Antoine Beauquier, tuvo una afirmación que arrancó los irónicos aplausos de los allegados de las víctimas.
«Si el medidor de velocidad hubiese sido Goodrich (de fabricación estadounidense) y no Pitot (del francés Thales), el accidente no hubiese ocurrido«, lanzó.
Beauquier contó que meses antes del fatal accidente que llevó a la aeronave a hundirse en pleno océano Atlántico el 1 de junio de 2009 Airbus, había recomendado a Air France el cambio de esos medidores. El siniestro sucedió justo en una fase de sustitución de los modelos Pitot por los Goodrich.
EFE