LOS ÁNGELES.- Un tribunal de Los Ángeles (EE.UU.) reanudó este martes una audiencia de dos días para considerar una nueva sentencia para los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989.
El mediático caso vuelve a discutirse en una corte de Van Nuys (California) con los abogados defensores de Lyle y Erik en el estrado haciendo frente a la mano dura de la Fiscalía de Los Ángeles, contraria a que esta moción salga adelante.
El fiscal general del distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, insistió a la prensa en las puertas de la corte sobre «la retahíla de mentiras» que en su opinión han dicho los hermanos «durante los últimos 30 años y nunca han confesado», lo que demuestra «que no han aceptado plenamente la responsabilidad de su conducta criminal».
«No consideramos el caso Menéndez de forma aislada. Cada mes, decenas de acusados presentan sus argumentos a la fiscalía de mi distrito o a las fiscalías de todo el estado pidiendo una nueva sentencia. Debemos ser justos y tratar estos casos de manera uniforme. Por lo tanto, no vamos a dar un trato especial», agregó.
Por su parte, Mark Geragos, abogado defensor, dijo que planea llamar a varios testigos para que testifiquen en apoyo de los hermanos, según la cadena de televisión NBC News.
En la audiencia también estarán presentes familiares de los hermanos, como su prima Anamaria Beralt, férrea defensora en la lucha por la libertad de los hermanos.
«Estoy nerviosa. Sus vidas están en juego», dijo a la prensa a su llegada.
Además del recurso de nueva sentencia, que se presenta como la opción más viable para que la Justicia considere una reducción de su pena o su eventual puesta en libertad, Lyle y Erik siguen otros dos caminos legales para recurrir la cadena perpetua sin posibilidad de libertad que cumplen desde 1996.
El primero es el ‘habeas corpus’, que ofrecería la posibilidad de un nuevo juicio tras el hallazgo de nuevas pruebas que apuntan a un posible caso de abuso sexual por parte de su padre, José Menéndez.
Por otro, la petición de clemencia, prevista para el 13 de junio en audiencias separadas, otorgaría al gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, el poder de indultar su condena, dejándolos en libertad de manera inmediata.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’, a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a quienes antes fueron vistos como asesinos despiadados.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Inicialmente, Erik y Lyle afirmaron a la Policía que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa, pero levantaron sospechas cuando comenzaron una vida de excesos tras acceder a la fortuna de su progenitor.
EFE