BERLÍN.- En un momento de críticas internas por su actitud frente a la guerra de Ucrania, sobre todo en el asunto de las sanciones y el suministro de armas pesadas, el canciller alemán Olaf Scholz presentó en Berlín los resultados de un Consejo de Ministros extraordinario centrado en la invasión rusa de ese país.
Scholz repasó las medidas de Gobierno para apoyar a Ucrania y paliar los efectos de la guerra, en Alemania y a nivel global, en una rueda de prensa junto al vicecanciller y ministro de Economía y el Clima, el verde Robert Habeck, y el de Finanzas, el liberal Christian Lindner.
Una vez más denominó la guerra un «error de cálculo» de Moscú, que ha logrado que la OTAN sea «más fuerte», la Unión Europea esté «más unida» y muchas democracias respondan con sanciones contra Rusia.
El canciller aseveró que existe una gran unidad en cuanto al suministro de armas en su coalición de socialdemócratas, verdes y liberales y salió al paso de las acusaciones de mantener un rumbo errático, ya que según dijo ha seguido una línea «precisa» desde el principio.
«Tras el inicio de la guerra anuncié en público que, al contrario que antes, estamos dispuestos a suministrar armas», afirmó, y recordó que Berlín no sólo las proporciona a partir de las existencias de su ejército, sino que también compra para Kiev equipamiento bélico incluido en sus listas.
Además, Alemania está dispuesta a participar en un sistema de canje circular, en el que los socios de Europa del este envíen a Ucrania tanques «rusos o soviéticos» de sus propias existencias, para ser a continuación reemplazados desde Berlín.
Scholz aseguró que su Gobierno «actúa de forma idéntica que Estados Unidos, Reino Unido, España o Italia» y que la única diferencia es que «el debate se lleva de forma diferente».
UN EMBARGO SOPORTABLE PARA LA NACIÓN
El canciller también destacó que, si Alemania está ahora en condiciones de apoyar un embargo de carbón y de petróleo rusos, es porque su Gobierno ha estado allanando el camino desde antes del inicio de la guerra.
«Estaríamos en otra situación con la propuesta de la Comisión Europea si no estuviéramos en marcha desde hace tiempo«, aseguró.
Scholz negó que una excepción del embargo europeo para países como Hungría constituyera un «precedente peligroso» y habló en cambio de una «continuación pragmática» de la política de diseñar sanciones cuyo efecto no sea peor para el país que las impone que para Rusia.
«No sirve de nada si las economías colapsan, pero por supuesto espero que otros países intensifiquen esfuerzos», acotó por su parte el titular de Economía y el Clima, Robert Habeck, para quien una fase de transición hasta finales de año «es suficiente» para estar preparados, en el caso de Alemania.
Ello no quiere decir que las alternativas al crudo ruso se puedan «implementar de inmediato» y que el suministro no se vea «entrecortado» a nivel regional, subrayó Habeck, que dijo no obstante que un embargo se podría en este punto «soportar como nación».
El ministro verde recordó también que ultima un proyecto de ley para «reducir al mínimo previsto por Europa» los estándares necesarios para autorizar la construcción de terminales de gas natural licuado, imprescindibles para que Alemania se independice del gas ruso.
Con la nueva ley, que Habeck espera que pueda ser aprobada antes del verano, el proceso de autorización durará «semanas, en lugar de meses o años,» pronosticó.
DESAIRE AL PRESIDENTE ALEMÁN
Preguntado de nuevo por sus planes para visitar Kiev, Scholz destacó que un viaje no está sobre la mesa en estos momentos, después de que el Gobierno de Volodímir Zelenski rehusase recibir al presidente alemán, Frank Walter Steinmeier.
«Para el Gobierno y para el pueblo alemán es un problema», afirmó el canciller y apuntó a que ahora Kiev debería «prestar una contribución» a través del diálogo con el presidente Steinmeier, que, tal y como recordó, es «el más alto representante de nuestro país, elegido por gran mayoría«.
El Gobierno de Kiev había rechazado recibir a Steinmeier por su supuesta «cercanía» con Moscú. Steinmeier fue ministro de la Cancillería bajo el socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005) y luego titular de Exteriores en dos legislaturas de la conservadora Angela Merkel (2005-2021).
Quien sí visitó la capital de Ucrania fue el líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, que ayer se reunió brevemente Zelenski y visitó el suburbio de Irpin, bajo ocupación rusa hasta finales de marzo.
En una comparecencia con el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, Merz subrayó la responsabilidad de Alemania y aseguró que «hay muchas expectativas puestas en nuestro país».
EFE