NUEVA YORK.- El guitarrista mexicano Carlos Santana subió hoy a un escenario en Nueva York para una espectacular presentación que dejó al público con ganas de más, después del estreno mundial en esta ciudad del documental «Carlos» en el Festival de Cine Tribeca.
Santana, que se dispone a comenzar una gira el 21 de junio que arranca en Atlantic City (Nueva Jersey), mantuvo como siempre a un público delirante, que le recibió con una gran ovación y permanecio de pie durante la hora en la que estuvo en el escenario con su banda, haciendo vídeos, fotos y bailando al ritmo de la música del icónico artista.
Entre los integrantes del grupo estaba su esposa, a la que se refiere como «la reina», la baterista de jazz Cindy Blackman que estará con él en la gira «1001 Rainbows Tour» que le llevará a través de EE.UU.
El integrante del Salón de la Fama del Rock, de 75 años, dejó, como suele hacer, el corazón en el escenario del Teatro Beacon en Manhattan, donde se presentó el documental, que dirigió Rudy Valdez, de origen mexicano, ante una abarrotada sala con público de diversas edades.
«Carlos» narrada por el propio guitarrista y que incluye material inédito de vídeos en la intimidad de su hogar mientras ensaya, de legendarias presentaciones como la del teatro Fillmore en San Francisco (California) a los inicios de su carrera en 1968 o el festival de Woodstock en Nueva York en 1969, así como fotos de sus padres, entre otros recursos.
El documental, que tuvo gran acogida entre los admiradores del guitarrista, lleva al público a conocer la trayectoria de un niño mexicano que soñaba con compartir el escenario con grandes músicos hasta convertirse en el icono que es hoy.
Santana recuerda a inicios de la película un consejo que le dio su padre José Santana, violinista de una banda de mariachi: «si puedes hablar con los pájaros, podrás llegar al corazón de mucha gente», consejo que, al parecer, su hijo siguió.
El artistas ha logrado a lo largo de su exitosa carrera conquistar el corazón de miles de personas y cinco décadas después continua sumando admiradores como se constató en el teatro Beacon, con un público de diversas edades.
EFE