MADRID.- El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dará cuenta en el Congreso del caso de espionaje político a través del sistema Pegasus, a petición de todos los grupos de oposición de la Cámara.
El escándalo del espionaje a políticos, saltó hace dos semanas con la noticia de que los teléfonos de decenas de independentistas habían sido infectados por ese programa, que en teoría solo se vende a los gobiernos.
A ello se sumó la noticia, comunicada ayer por el Ejecutivo, de que también el propio presidente Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, fueron espiados y de sus teléfonos se extrajeron 2,6 gigas en información en el caso del presidente y 9 megas en el de la ministra.
Esta novedad no ha calmado los ánimos de la oposición, y tanto los grupos nacionalistas y de izquierda como la derecha, votó hoy a favor de que el presidente del Ejecutivo comparezca ante los diputados para explicar este espionaje.
El Gobierno, formado por una coalición entre socialistas (PSOE) y el grupo de izquierda Unidas Podemos, no tiene mayoría en la Cámara, por lo que, aunque los diputados de ambas formaciones votaron en contra, la proposición salió adelante.
El portavoz del PSOE, Héctor Gómez, afirmó que su grupo proponía que se dieran otros pasos antes de la comparecencia de Sánchez, entre ellos, finalizar la investigación puesta en marcha en los servicios de inteligencia (CNI).
También está pendiente de conocerse los resultados de las comparecencias en la comisión parlamentaria de Control de créditos destinados a gastos reservados, más conocida como la comisión de secretos oficiales, que se puso en marcha la pasada semana, después de años de bloqueo.
Y además, Robles tiene previsto comparecer mañana en la Comisión de defensa del Congreso, donde podrá responder a las preguntas de los grupos parlamentarios.
Sin embargo, estos argumentos no fueron atendidos por la oposición y Sánchez tendrá que comparecer en un pleno en el Congreso, aunque aún no hay fecha prevista.
Lo que sí rechazó el Congreso fue crear una comisión de investigación sobre el espionaje, a la que se opusieron, además de los socialistas (PSOE), los grupos de derecha: el conservador Partido Popular (PP), principal grupo de la oposición, el ultraderechista Vox y Ciudadanos (liberales).
Sin embargo, Unidas Podemos, si votó a favor de la comisión, lo que supone otra discrepancia destacada entre los socios del gobierno.
EFE