Buenos Aires.- River Plate, con un equipo con mayoría de habituales suplentes, logró este sábado un valioso triunfo a domicilio por 0-1 ante Boca Juniors en una nueva edición del superclásico del fútbol argentino, disputado en La Bombonera de Buenos Aires.
Con un gol de Manuel Lanzini, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo logró un valioso triunfo que deja a su rival con una duda en la continuidad de Diego Martínez como entrenador tras quedar muy relegado en el certamen local y sin competición internacional en su calendario.
El Millonario, que este martes tendrá la definición de la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores ante Colo Colo tras el empate 1-1 en la ida disputada en Santiago de Chile, preservó la mayoría de sus titulares este sábado.
Boca, ya eliminado en la Copa Sudamericana ante Cruzeiro en octavos de final, tras esta derrota queda a nueve unidades del líder, Vélez Sarsfield, que este lunes cerrará esta decimoquinta jornada en su visita a Estudiantes de La Plata.
River, en tanto, trepó a los 24 puntos y logró un triunfo que, además de ser una inyección anímica, le permite ascender en la clasificación del torneo local.
El visitante comenzó mejor armado el partido con una línea defensiva compuesta por tres centrales y dos laterales pero que buscaban profundidad en sus proyecciones y complicar a su rival.
El local, en tanto, inició el partido mareado y sin encontrar posiciones cómodas para sus mediocampistas, fundamentalmente Ignacio Miramón.
Y fue en el minuto 20 cuando una salida en falso del propio Miramón derivó en Lanzini que cedió a Facundo Colidio que ensayó un disparo que desvió el portero Sergio Romero pero en el rebote fue el propio Manuel Lanzini que la empujó a la red.
Desde ese momento fue todo tensión en Boca con la presión de su público que convirtió cada ataque en una necesidad imperiosa de alcanzar el empate.
River se plantó de contragolpe y administró los tiempos de juego gracias a un sacrificado Facundo Colidio que luchó en ofensiva con todos los defensas Xeneizes.
En el inicio del complemento, el técnico Diego Martínez mandó al campo de juego al juvenil Exequiel Zeballos que se transformó en el jugador más desequilibrante por sus regates hacia adelante y su voracidad.
Sin embargo, la falta de puntería y la certeza de los centrales de River impidieron el empate de Boca y de contragolpe el ingresado colombiano Miguel Borja tuvo dos oportunidades ciertas de ampliar la ventaja pero falló en la definición.
En el tiempo agregado un centro derivó en un golpe a la red del ingresado Milton Giménez pero luego de sancionar gol, el árbitro Nicolás Ramírez fue convocado por el VAR a instancia de Héctor Paletta y, luego de revisar la jugada, determinó que el último contacto había sido con la mano.
Tras anular el gol, fue expulsado Cristian Lema por no respetar la «zona de capitanes» y tras el final del partido hubo una controversia de Sergio Romero con los propios simpatizantes de Boca por algunos insultos aislados a sus compañeros.
La derrota deja al Xeneize con la duda sobre la continuidad de Diego Martínez como entrenador y al Millonario con un envión anímico y futbolístico a la nueva era de Marcelo Gallardo, que el martes buscará certificar su pase a semifinales de la Copa Libertadores ante Colo Colo.
EFE