La Molina (Gerona, España).- El campeón del mundo, Remco Evenepoel, se impuso a su máximo rival por la Volta a Cataluña, Primoz Roglic, para ganar la tercera etapa de la competencia.
Evenepoel le sacó dos segundos a Roglic, más cuatro segundos de las bonificaciones. Pero esos seis segundos solo le sirven al belga para igualar el tiempo total del esloveno, que seguirá una jornada más como líder de la Volta.
Tercero fue el vencedor de la etapa anterior en Vallter, Giulio Ciccone, que lideró el grupo en un principio pero no pudo seguir el ritmo del dúo Evenepoel-Roglic. Ciccone llegó a La Molina a 13 segundos del ganador y se mantiene tercero en la general a 19 segundos de los colíderes.
En el control de firmas antes de la salida en Olost (Barcelona), la mayoría de grandes nombres que perdieron tiempo el día anterior en Vallter (Girona) explicaron que este miércoles era un buen día para buscar una fuga. Y no mintieron.
Quien lo intentó y encontró la fortuna fue Richard Carapaz, que se encontró con el permiso del pelotón para marcharse en solitario. Le siguió otro gigante que no pasa por su mejor momento de forma, Guillaume Martin.
El grupo de escapados finalmente lo formaron siete corredores. A Carapaz y Martin se les unieron Jonathan Cepeda, Maxim van Gils, Simone Petilli, Filippo Zana y Niklas Eg.
Evenepoel advirtió minutos antes de la salida, que la escapada tan solo llegaría a la meta si conseguía una diferencia de seis o siete minutos respecto al grupo de los favoritos. En caso contrario, él tenía un plan para ganar, como acabaría demostrando.
Y la aventura nunca alcanzó los cinco minutos de ventaja. En el primer puerto de la jornada, la escapada lo coronó con 4 minutos y 43 segundos de margen.
Precisamente, el Quick-Step de Remco Evenepoel endureció la carrera en el segundo puerto del día con la cima ubicada a 34 kilómetros de la meta. A causa de ello, redujeron a menos de 30 los integrantes del grupo de los favoritos. Entre los que cedieron estuvo Geraint Thomas y José Herrada.
Mientras tanto, por delante, Cepeda fue el primero de los escapados en ceder terreno y la distancia se redujo drásticamente. En la cima, la aventura ya se había reducido a tres integrantes: Martin, Carapaz y Van Gils. El margen ya era tan solo de un minuto y medio.
La Molina, un puerto de primera categoría con unas rampas máximas del 15%, recibió a los ciclistas con una meteorología mejor de la habitual. Sin nieve, lluvia ni frío. Tan solo protagonismo para el sol, tapado por unas nubes tímidas, en una jornada primaveral.
La escapada comenzó la ascensión del puerto en Alp con tan solo 28 segundos y rápidamente Carapaz volvió a perder unos metros. Estaba jugando un poco. A falta de 11 kilómetros lanzó un ataque que tan solo pudo seguir Van Gils. De todas formas, la aventura simplemente logró posponer su final cantado.
El Quick-Step se mostró como el equipo más en forma en la ascensión y comandó el grupo de los favoritos, conscientes de las ganas de victoria de su líder. El ritmo fue tan fuerte que nadie quiso precipitarse a la hora de atacar.
Hasta que los titanes se movieron. Remco Evenepoel lanzó el ataque a falta de 4,5 kilómetros y el único que le alcanzó la rueda fue Roglic. Por detrás hubo intentos para conectar con ellos y uno de los más interesantes fue el de Marc Soler. Pero el destino ya estaba decidido.
La jornada de este jueves por fin dará, en principio, un descanso relativo a los favoritos de la Volta después de tres jornadas iniciales intensas. La llegada a Sabadell (Barcelona) tras recorrer 188,2 kilómetros tiene muchos números de disputarse en un sprint masivo.
Aunque esto no significa que desaparezca la dureza. Poco después de la salida se volverá a subir el puerto de La Molina, al que le seguirán el Alt del Collet de Sant Agustí y el Coll de Lligabosses, ambos de tercera categoría. Las emociones fuertes, salvo sorpresa, regresarán el viernes con el final en Lo Port (Tarragona).
EFE