Londres.- Numerosas personalidades políticas y culturales del Reino Unido lloran la muerte de una de sus actrices más veneradas y prolíficas, Maggie Smith, fallecida este viernes en un hospital de Londres a los 89 años.
La intérprete británica, conocida principalmente por sus papeles de la profesora Minerva McGonagall en la saga de películas de ‘Harry Potter’ o la condesa Violet Crawley en la afamada serie ‘Downton Abbey’ estaba considerada como un «tesoro nacional» y fue declarada Dama del Imperio Británico por la reina Isabel II.
«Mientras se cierra el telón para un tesoro nacional, nos unimos a todos aquellos que alrededor del mundo recuerdan con la mayor admiración y afecto sus grandes interpretaciones, su calidez y su ingenio, dentro y fuera del escenario», escribió sobre Smith el rey Carlos III del Reino Unido en un comunicado.
«Maggie fue una leyenda del teatro y del cine británico», escribió BAFTA en su cuenta de X, junto a una fotografía de la actriz recibiendo una de las máscaras doradas; mientras que el director del Teatro Nacional del Reino Unido (donde Smith debutó en 1963), Rufus Norris, destacó su «profunda inteligencia» y su «maestría sin esfuerzo».
La meteórica carrera de la británica también tuvo un gran impacto fuera de las fronteras de su país natal, especialmente en Estados Unidos, tanto en Broadway como en Hollywood, donde también compañeras de profesión como Whoopie Goldberg comentaron que se sentían afortunadas de haber podido trabajar con una «gran mujer» como Smith.
La muerte de la célebre actriz británica se conoció este viernes después de que los hijos de Smith, Chris Larkin y Toby Stephens, lo anunciasen con un comunicado en el que agradecieron la profesionalidad del hospital en el que pasó sus últimos días y pidieron respeto y privacidad tras el fallecimiento de su madre.
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EFE