Real Sociedad arrolló al Benfica en solo 21 minutos

Mikel Oyarzabal. Foto cortesía: EFE

San Sebastián.- Real Sociedad arrolló al Benfica en los primeros 21 minutos con tres goles que finiquitaron el encuentro de Champions a su favor 3-1.

El encuentro estuvo marcado por una previa conflictiva entre los radicales de ambos equipos en los aledaños del Reale Arena. La situación se saldó con al menos tres detenidos por la Ertzaintza.

No pudo empezar mejor el partido para el conjunto txuri urdin, y es que tras un córner repelido por la defensa rival, Aihen Muñoz remató mordido el balón, que con un poco de fortuna, llegó a la cabeza de Mikel Merino que remató a placer el 1-0.

Con el primero ya en el marcador, la Real no levantó el pie del acelerador y fue capaz de provocar un error de Florentino en un pase atrás a Nicolás Otamendi que propició el robo de Mikel Oyarzabal que no perdonó ante Trubin.

Aún y con el 2-0 favorable, los de Imanol Alguacil continuaron insistiendo e hicieron el tercero de la tarde, pero lo terminaron anulando.

La guinda del pastel a un arranque de partido perfecto la puso Ander Barrenetxea con un regate de fantasía sobre Joao Neves para posteriormente reventar el balón bien pegado a la escuadra.

Y por si no fuera poco, una galopada por banda de Barrenetxea culminó en un preciso pase a Oyarzabal dentro del área, quien fue derribado por Otamendi, momento en el que el colegiado del encuentro, Anthony Taylor, decretó la pena máxima a favor de la Real.

En un gesto de compañerismo, Oyarzabal cedió esa pena máxima a Brais, que se encontró con la mala suerte de pegar en la madera.

Al filo del descanso pudo estar la reacción del Benfica, tras un contraataque fantástico de Ángel Di María, aunque su pase filtrado no encontró rematador gracias a un despeje salvador de Aritz Elustondo.

Al regreso de los vestuarios, el Benfica, cual león herido, quiso demostrar que aún le quedaba algo de orgullo, y por esos derroteros llegó el primer gol visitante, con una asistencia fantástica de Otamendi a Rafa Silva imparable por Álex Remiro.

Ese fue el momento en el que los radicales de la grada visitante empezaron a encender bengalas, un total de cinco, de las cuales tres fueron lanzadas a la grada inferior local. Aparentemente, no hubo que lamentar heridos entre los aficionados txuri urdin.

Volviendo a lo meramente deportivo, ese gol del Benfica no fue capaz de despertar una reacción en los jugadores dirigidos por Roger Schmidt, ya que se sucedieron los minutos y las ocasiones de peligro no llegaron.

Con un encuentro en calma y más o menos controlado por la escuadra txuri urdin, se agotaron los 90 minutos reglamentarios y con el pitido final, Benfica consumó el desastre: estaba fuera de la pelea por pasar a los octavos de final de la Liga de Campeones a falta aún de dos partidos por disputarse.

EFE