PARÍS.- El arzobispo de París, Laurent Ulrich, reabrió oficialmente la catedral de Notre Dame este sábado con un rito que ha consistido en llamar solemnemente a las puertas golpeando con su cruz y esperar la respuesta del templo gótico, que ha sido entonada por los coros en su interior, antes de cruzar el umbral.
En concreto, los cantores de Notre Dame han pronunciado el salmo 121 de la Biblia -«A las montañas levanto mis ojos; «¿De dónde vendrá mi socorro? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y la tierra»- cada una de las tres veces que el arzobispo pidió a Notre Dame que abriera sus puertas.
A la ceremonia, que se ha tenido que reajustar por culpa del viento y la lluvia y que ha comenzado con el tañido de las campanas de la catedral, asisten decenas de dirigentes de todo el mundo, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Jill Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
EFE