Londres.- Deshacerse de los salarios de Marcus Rashford y Casemiro es la prioridad económica del Manchester United para aliviar sus cuentas, evitar sanciones por romper el ‘fair play’ financiero y comenzar la reestructuración deportiva con Rúben Amorim.
El inglés y brasileño son los dos jugadores que más cobran. El centrocampista recibe un sueldo semanal de 350.000 libras (417.000 euros), mientras que el delantero británico percibe unas 300.000 libras semanales (360.000 euros). El siguiente en el escalafón es Bruno Fernandes, el capitán.
En el caso de Rashford, el jugador está en el ostracismo. No ha disputado ni un solo minuto en los últimos doce encuentros del United y su salida sería un hecho de no ser por su elevadísimo sueldo y la extensión de su contrato, que no vence hasta 2028.
La falta de interés por parte de los clubes ingleses, ahogados por el ‘fair play’ financiero, el cero interés del jugador por irse a Arabia Saudí y los problemas económicos del Barcelona, son los principales obstáculos a los que se enfrenta Rashford, que quemó puentes con Amorim cuando en diciembre dijo que «estaba preparado para un nuevo reto».
El técnico portugués, que no lo ha vuelto a utilizar, le respondió, a su manera, diciendo que pondría antes «al preparador de porteros» de 63 años, que a un jugador que «no da el máximo».
Si quiere salir en invierno, tendrá que rebajar sus expectativas de salario o asumir el United gran parte de su ficha.
Sobre Casemiro, por otra parte, su protagonismo cayó en picado esta temporada a raíz del cambio de dibujo de Amorim, que optó, como en su etapa en Sporting de Portugal, por cinco defensas.
Al mantener los tres atacantes, el sacrificado ha sido un hombre del centro del campo, donde Manuel Ugarte y Bruno Fernandes son intocables. Esto ha reducido los minutos de Christian Eriksen, Kobbie Mainoo y, sobre todo, Casemiro.
El brasileño solo ha participado en dos de los últimos diez encuentros de Premier League. No jugó ni un minuto en el último juego de Europa League contra Rangers ni en la victoria en FA Cup contra Arsenal ni en la eliminación en Copa de la Liga contra Tottenham Hotspur.
A sus 32 años y tras recibir duras críticas en Inglaterra por su falta de ritmo en los partidos importantes, siendo cambiado al descanso en la derrota por 0-3 contra Liverpool, su futuro en el United está más en duda que nunca.
Con dos salidas como estas, el United rebajaría la nómina salarial y estaría en mejor disposición el próximo verano para acometer la reconstrucción que planea Amorim.
Además, aliviaría la situación del club respecto al ‘fair play’ financiero, después de admitir la semana pasada que acumulan más de 300 millones de libras en pérdidas los últimos tres años.
Para paliar esto, el club tomó varias medidas en los últimos meses como subir los precios de las entradas, retirar las ayudas a niños y jubilados, quitar los pagos a leyendas como Alex Ferguson y centenares de despidos entre los trabajadores.
EFE