LISBOA.- Alrededor de un centenar de personas se movilizaron en Lisboa en protesta por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el mayor evento católico, que reúne en la capital lusa a un millón de fieles atraídos por la visita del papa.
Convocados por el colectivo «Sem papas na lingua» (sin pelos en la lengua), lanzaron consignas como «abajo el papa, fin a la concordata», con una bandera LGBTI+ y otra con el logo anarquista, y leyeron un manifiesto en el que denunciaron que la Iglesia intenta ejercer el control social a través de sus élites.
«Hay una iglesia que parece que es dueña del mundo y ocupa toda la ciudad, estoy contra esa ocupación del espacio público y la intimidación a las personas que no profesan esta religión, como es mi caso, y contra intimidación a las personas que son pecadoras, que es también mi caso porque soy lesbiana», denunció a Efe una de las manifestantes que se identificó como María.
La joven, que portaba un brazalete con los colores LGBTI+, cargó también contra los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia católica y consideró que la reunión que mantuvo el papa con 13 víctimas en Lisboa este martes apenas sirve para «quedar bien en la fotografía».
«Lo más grave es el impacto en la historia de vida de las personas, en las familias», lamentó.
«Si la Iglesia quiere hacer bien y ayudar los pobres, que ponga este dinero en ayudar a los pobres», insistió en alusión los 160 millones de inversión -entre pública y privada- destinados la JMJ.
La elevada inversión en la JMJ ha provocado críticas desde distintos colectivos sociales, en un país con un grave déficit de vivienda social, donde los precios del alquiler se han disparado y el salario mínimo, 760 euros, está en los niveles de Malta o Croacia.
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EFE