SAN JUAN.- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU arrancó esta semana su plan de distribución de comida a los damnificados del huracán Beryl en las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas, y Granada.
Por ello, el PMA llevó 5.000 cajas de productos comestibles, que contienen carne enlatada y aceite para cocinar, suficientes para alimentar a unas 15.000 personas durante diez días, dijo en un comunicado Brian Bogart, director designado de la oficina plurinacionales del Caribe de la organización internacional.
Bogart indicó que la mitad de los suministros fueron comprados y empacados en la isla de Barbados y despachados a Kingstown, capital de San Vicente y las Granadinas, en un esfuerzo entre el PMA, la Agencia de Desastres y Manejo de Emergencias del Caribe (Cdema, en inglés), la Fuerza de Defensa de Barbados y la sociedad civil.
«El PMA se compromete en ayudar a las comunidades afectadas, y cuyas vidas y residencias han sido destrozadas por el huracán. Nuestros equipos trabajan arduamente para despachar comida y ofrecer asistencia a las localidades más desoladas», afirmó Bogart.
San Vicente y Las Granadinas
San Vicente y las Granadinas, así como las islas de Carriacou y Petite Martinique en Granada fueron las que mayor embate recibieron del huracán Beryl hace ya más de una semana.
Los sectores de la agricultura y la pesca fueron las más afectadas por los potentes vientos del poderoso huracán de categoría 5.
El paso del ciclón ha provocado, además, grandes retos económicos para los residentes de dichas islas, particularmente para aquellos que necesitan consumir alimentos dietéticos por sus respectivas condiciones de salud.
El PMA, de igual manera, está proveyendo además ayuda logística con la respuesta humanitaria junto a la Cdema, y coordinando los cargamentos de generadores eléctricos, pruebas de agua potable, refugios temporeros y equipos de higiene de parte de organizaciones internacionales.
El pronóstico refleja que este año se podrán formar un total de entre 17 y 25 tormentas, es decir, con vientos máximos sostenidos por encima de los 62 kilómetros por hora.
EFE