ROMA.- El «primer objetivo» del G7 este año, bajo la presidencia de Italia, es evitar que la guerra de Gaza se extienda y que disminuya la tensión en el mar Rojo», dijo hoy el vicepresidente del Gobierno italiano y ministro de Exteriores, Antonio Tajani.
«Todas nuestras iniciativas están dirigidas a reducir la tensión, en un contexto realmente muy deteriorado porque no sólo está la guerra que se está librando en la Franja de Gaza, está el enfrentamiento entre Israel y Hizbulá en la frontera norte y luego están los rebeldes yemeníes atacando los mercantes en el Mar Rojo», destacó.
El jefe de la diplomacia italiana ha comenzado los contactos con los socios del G7 con una llamada telefónica este martes con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, «para hacer un balance de la situación», y en breve también contactará con sus homólogos del resto de socios del grupo: Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá y Japón.
«Hay que hacer todo lo posible para reducir la tensión. Ciertamente no es fácil, pero esperamos que prevalezca el sentido común entre todos, incluso en Teherán, que ya no tiene que apoyar a los rebeldes yemeníes, y en Jerusalén, donde es justo que el Gobierno defienda la identidad territorial, pero teniendo cuidado con la población civil palestina», explicó Tajani.
«Tenemos la responsabilidad de coordinar el trabajo de los diferentes países para construir la paz y la serenidad», agregó.
En ese sentido, destacó que «el objetivo político de Italia y de Europa es llegar a una situación que estabilice definitivamente el Oriente Medio y la única posibilidad es la de un Estado de Israel libre e independiente que reconozca un Estado palestino libre e independiente que, a su vez, reconozca el derecho de Israel a existir».
Insistió en que «ese es el único objetivo que puede permitir la estabilidad» y «aunque será difícil de alcanzar, no hay que demorarse», al tiempo que también se refirió a Ucrania, donde «la solución política es el objetivo final, el objetivo es la paz y la independencia» del país.
«Imaginen si no hubiera habido el apoyo de Occidente a Ucrania lo que habría sucedido. Rusia habría invadido Ucrania haciendo caso omiso del derecho internacional, de las normas de la convivencia civil. Todo ello con el uso de la fuerza y la violencia contra la democracia», destacó.
E insistió en que «no será fácil, pero hay que trabajar» para seguir «ayudando a Ucrania a defender su independencia territorial, ayudando al pueblo ucraniano a no verse obligado a someterse a la fuerza de los rusos».
La presidencia italiana del G7 tendrá como prioridades el respeto al orden internacional «profundamente agitado» por la guerra rusa en Ucrania y el conflicto en Oriente Medio, pero también pondrá en el centro del debate la seguridad en el Mediterráneo y los Balcanes.
También tiene previsto afrontar temas como la crisis climática, el comercio internacional «basado en reglas», la transición digital y el desarrollo de la Inteligencia Artificial o la inmigración, este último un tema de enorme interés para el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
EFE