PORTO ALEGRE.- La región metropolitana de Porto Alegre, al sur de Brasil, volvió a llamar este martes a vecinos de diversos barrios a evacuar ante una nueva crecida de los ríos, aunque algunos se resisten a hacerlo por miedo a los robos y por no tener adonde ir.
Después de las alertas de la semana pasada, el Ayuntamiento de Canoas, ciudad de unos 350.000 habitantes al norte de Porto Alegre, pidió por redes sociales y mediante camiones con altavoces que habitantes de siete barrios dejen inmediatamente sus casas. Otra vez.
En Niteroi, un barrio humilde, ya hay decenas de viviendas cerradas, mientras que los vecinos que aún no se han ido salen a todas horas para ver cómo está el dique que separa las calles del Gravataí, uno de los afluentes que desembocan en el río Guaíba.
«No puede pasar, es peligroso», dice un policía en el acceso al dique, que está acordonado desde las 5:00 de la madrugada.
El agua está subiendo «unos 10 centímetros cada dos horas» y el dique, dice Gamalho, «está sufriendo y puede romperse».
El Gobierno del estado de Rio Grande do Sul advirtió este martes de que el río Guaíba puede batir el récord histórico alcanzado la semana pasada, debido a las fuertes lluvias que cayeron en los últimos días. Las peores inundaciones que se recuerdan en la región ya han provocado más de 600.000 desplazados, 149 muertos y 127 desaparecidos.
La medición más alta de este martes, de momento es una cota de 5,23 metros, a siete centímetros del récord de la semana pasada y más de dos metros por encima de la cota de inundación, un nivel nunca visto antes y que mantiene a la ciudad anegada desde el pasado 3 de mayo.
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EFE