Cracovia.- El Gobierno polaco adoptó este martes la nueva política migratoria ideada por el primer ministro, Donald Tusk, que incluye la suspensión temporal del derecho de asilo para «recuperar el control» de sus fronteras, especialmente la que comparte con Bielorrusia.
Tras la reunión del Consejo de Ministros Tusk dijo en su cuenta de la red social X que ha sido «una decisión difícil, pero muy necesaria y esperada», que tiene como objetivo «recuperar el control» y «garantizar la seguridad» de las fronteras polacas.
Como ya adelantó el político liberal el sábado, se aplicarán nuevas directrices para la entrada y permanencia al territorio polaco cuando se solicite asilo de algún tipo.
Próximamente se modificarán algunas normas que rigen el acceso al mercado laboral, a los servicios públicos, como la educación y la sanidad, y se cambiarán las leyes para agilizar los procesos de repatriación de personas en situación irregular.
Para ello, se reformará la Ley de Protección a los Extranjeros, con cambios que permanecerán vigentes hasta 2030.
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