Polanski se ríe de los ricos en grotesca comedia navideña ante el «efecto 2000»

"The Palace", Román Polanski

VENECIA.- Tras ganar el premio del jurado en su última visita a Venecia en 2019 con el drama histórico «J’accuse», Roman Polanski ha regresado al festival fuera de competición con «The Palace», una grotesca comedia de enredo ambientada en la noche de fin de año de 1999, en medio del pánico al «efecto 2000».

Polanski, que ha cumplido 90 años, no puede pisar suelo italiano debido a una orden de busca y captura por un caso de violación de una menor en Estados Unidos hace cuatro décadas y la película la han presentado algunos de sus actores, como Fanny Ardant, Joaquim de Almeida y Olivier Masucci.

El reparto cuenta también con Mickey Rourke o John Cleese de los Monty Python, que tampoco estuvieron en el Lido este sábado.

La trama se desarrolla en tiempo real en un hotel de lujo en Los Alpes, al que van llegando los excéntricos y tiránicos clientes – millonarios que han abusado del tinte y el bisturí, ancianos con amantes veinteañeras o mafiosos rusos- para celebrar la noche de fin de año y volver loco con sus demandas al gerente del establecimiento.

Polanski se ha inspirado en sus propias y frecuentes estancias en un hotel de lujo en Suiza donde se divertía observando el choque entre el mundo de los ricos y los proletarios a su servicio, según explica en las notas de producción del filme.

Una de esas visitas se produjo durante la Nochevieja de 1999, cuando el pánico al llamado «efecto 2000» -había rumores extendidos de que la tecnología podía colapsar con el cambio de milenio con consecuencias imprevisibles- hizo que las situaciones absurdas rozaran cotas máximas.

Así surgió la idea para hacer «The Palace», un proyecto escrito conjuntamente con Jerzy Skolimovski y Ewa Piąskowska y que fue posponiendo a lo largo de los años hasta que decidió retomarlo para celebrar su 90 cumpleaños, consciente de que quizá no habría muchas más oportunidades.

La actriz francesa Fanny Ardant ha destacado en rueda de prensa la sorprendente energía que mantiene Polanski en el plató. «Es un apasionado del cine, me he divertido mucho con la estupidez y la locura de estos personajes, ha sido un condensado de vida y de energía».

EFE