CIUDAD DE PANAMÁ.- Panamá y Colombia defendieron este viernes su manejo de la crisis derivada de la avalancha de migrantes irregulares que cruzan la peligrosa jungla del Darién, la frontera natural entre ambos países, tras las críticas de entes humanitarios que acusan un abandono de estos viajeros por parte de ambos Gobiernos, y pidieron más cooperación de la comunidad internacional.
«El desafío de la migración trasciende a nuestros dos países, es un desafío regional y global. Y no aceptamos que se diga que hemos abandonado a la población en el Darién porque no es así. Colombia y Panamá han hecho grandes esfuerzos», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, tras una reunión con su colega de Panamá, Janaina Tewaney, en la Cancillería panameña.
La organización Human Rights Watch (HRW) acusó el pasado miércoles a las autoridades de Colombia y Panamá de no estar «protegiendo ni asistiendo» a los miles de migrantes que cruzan el Darién, una cifra que superó los 500.000 en 2023, un máximo histórico, ni de investigar los abusos, incluidos los asaltos sexuales, de que son víctimas.
«Nosotros tomamos nota del informe (de HRW) pero también nos gustaría que se reconociera el esfuerzo de ambos países (…) somos los que estamos manejando en este momento la crisis (…) estos organismos que elaboran estos informes deberían ayudarnos también a solicitar mayor apoyo de la comunidad internacional en el manejo de los recursos, que es en algo que hemos coincidido también» panamá y Colombia, afirmó la canciller Tewaney.
EFE