París.- Camila Osorio recuperó la sonrisa en París, donde por vez primera ganó un partido en el cuadro final de Roland Garros, poco tiempo después de haber dejado atrás una larga lesión y verse de nuevo compitiendo al más alto nivel.
La de Cucutá derrotó en su debut en la arcilla parisiense a la francesa Harmony Tan, invitada por los organizadores, por 6-4 y 6-3 en 1 hora y 22 minutos. Se sobrepuso al público, al recuerdo del año pasado, cuando tras superar la fase previa fue derrotada de entrada.
«Para mí, era un partido difícil, la rival era francesa, con el público a favor, yo estaba tensa, el año pasado pasé ‘cuali’, pero perdí el primer partido», dijo a Efe la jugadora 54 del mundo.
«Estoy muy feliz, emocionada, un sueño hecho realidad poder estar aquí y con ganas de jugar el siguiente partido», agregó la tenista que reconoce que ha ganado en madurez, pero también que le queda mucho camino por recorrer.
En su mente, la alegría por el triunfo se mezcla con la emoción porque su próxima rival puede ser la checa Barbora Krejcikova, número 2 del ránking y defensora del título, lo que augura un duelo por todo lo alto, de esos que siempre quieren jugar las tenistas.
«Será un partido difícil, pero quiero entrar a competir, que es lo que me gusta (…) Si mi rival es Krejcikova jugaré en una pista grande. Trabajamos para tener partidos de estos. Hace nada estaba en mi casa, en la cama, lesionada, mirando los partidos por la tele y ahora puede que juegue con la número 2 del mundo», indicó.
«Tener estas oportunidades es una bendición. Las oportunidades son para aprovecharlas, pero también para disfrutarlas», agregó la colombiana, que debe esperar a ver el resultado de la ganadora del año pasado en su partido frente a la francesa Diane Parry.
En todo caso, Osorio recuperó la sonrisa y las ganas de practicar el deporte para el que se emplea a fondo. «Estoy contenta porque me divertí en la pista, incluso me reía. Creo que eso es importante», dijo la jugadora tras su reencuentro con las pistas de Roland Garros un año después.
Doce meses en los que han pasado muchas cosas, ha sumado triunfos y ha podido mejorar su clasificación, lo que le ha dado un valor suplementario en el circuito.
«En este tiempo he jugado muchos partidos, he hecho mucho entreno, y también he tenido lesiones. Todo eso te hace madurar, te ayuda en el proceso. Es un camino largo, con altibajos. Hay que estar centrado, no emocionarse tanto con las victorias ni decepcionarse con las derrotas», reflexiona.
EFE