VIENA.- La OPEP se sintió este miércoles reafirmada tras las advertencias de la AIE sobre la necesidad de asegurar el suministro petrolero en medio de la transición energética, y pidió más inversiones en el sector frente a los mensajes de abandono de los hidrocarburos.
«Hemos tomado nota de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) reafirma la importancia de la seguridad del petróleo para las transiciones energéticas en su comentario más reciente», señala en un comunicado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con sede en Viena.
Se refiere a un análisis de la AIE publicado el pasado lunes bajo el título «Un fuerte enfoque en la seguridad del petróleo será crítico a lo largo de la transición hacia una energía limpia», donde admite que «no desaparecerá pronto» la amenaza de interrupciones en el suministro de petróleo.
«Hay un alto grado de incertidumbre sobre la rapidez con la que caerá la demanda, lo que hace que las compañías petroleras se enfrenten a decisiones difíciles y arriesgadas» sobre inversión en exploración y producción de crudo, indica el documento.
«En la OPEP nos sentimos alentados por este mensaje y por la referencia a la continua importancia del petróleo para el mundo», comenta la organización fundada en 1960 y conformada hoy por doce ‘petroestados’.
Al mismo tiempo, reitera su crítica a la forma y el ritmo en que la agencia intenta impulsar el abandono de las fuentes fósiles para lograr una transición energética con el fin de frenar el calentamiento del planeta, al considerar que crea incertidumbre y desincentiva las inversiones en petróleo y gas.
«Es importante subrayar que el discurso de la AIE sobre la no necesidad de nuevos yacimientos de petróleo y gas natural en su senda hacia cero emisiones netas ha contribuido significativamente a esta incertidumbre, que tiene el potencial de conducir a un gran caos energético, no a la deseada seguridad energética», dice.
En este contexto, subraya que «una inversión insuficiente en el sector podría poner en peligro esa seguridad».
«Es mucho lo que está en juego. Esto justifica un mensaje claro y coherente de todas las partes interesadas en la energía sobre lo vital que es el petróleo y la seguridad energética para la salud de la economía mundial y el bienestar de miles de millones de personas en todo el mundo», concluye la OPEP.
Las relaciones entre la organización petrolera y la agencia que defiende los intereses energéticos de las naciones industrializadas, se han enfriado y tensado en los últimos meses, debido a un creciente alejamiento en sus posturas frente a la necesidad de tomar medidas para luchar contra el cambio climático.
Desde su sede en París, la AIE defiende una hoja de ruta para alcanzar las «cero emisiones» (de CO2) hacia mediados del siglo y, en consonancia con la misma, pronostica que la demanda mundial de fósiles alcanzará su pico antes de 2030.
En cambio, la OPEP, si bien admite una ralentización progresiva del consumo mundial de crudo, asegura que el petróleo seguirá siendo la primera fuente de la canasta energética mundial durante décadas.
Estas posturas divergentes no solo se ven reflejadas en los pronósticos sobre el consumo a largo plazo, sino que cada vez más también a corto y mediano plazo.
La OPEP mantuvo ayer, martes, su previsión sobre un sólido crecimiento de la demanda mundial de crudo en este año, superaría en 2,25 millones de barriles diarios (mbd), muy inferior al aumento interanual de 1,2 mbd vaticinado por la AIE hace un mes.
EFE